Capítulo 3

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Había pasado 1 semana desde que me ingresaron y estaba como loca por salir de ahí. La luz del sol comenzaba a entrar por la ventana de mi habitación. Abrí los ojos lentamente, pues el sol me molestaba. Cuando pude abrir bien los ojos y ver con claridad, vi a Jason durmiendo junto a mi recostado en el sillón. Me senté en la cama y mientras lo miraba pensaba que realmente si quería empezar de cero, no se había separado de mi desde que me ingresaron y me había estado cuidando. Entonces salí de mis pensamientos al ver que se despertaba y gire la cabeza para que no se diera cuenta de que lo miraba, pero me intento fue fallido.

-¿Que pasa pequeña? ¿Estas bien?-

-No me pasa nada, sólo me he despertado-

-¿Entonces porque me mirabas pequeña?-

-Yo no te estaba mirando!! Te lo habrá parecido-

-Lucy no finjas, porque no aparcas ese rencor y empezamos de nuevo-

-Ya te lo dije, he cambiado, ya no soy la misma-

-Pequeña yo te veo igual, ¿en que has cambiado?-

-Está bien te lo contaré... Después de lo que pasó entre nosotros, desarrollé una faceta oscura. Una mujer me encontró y me llevó a una casa donde me entrenó y me convertí en una asesina profesional-

-Entonces por eso ibas llena se sangre, pequeña no me importa, me importas tu y no deberías estar metida en eso podrían matarte!!-

- Todo el mundo me teme, porque tu no? Ya sabes la verdad, y no me matarán se cuidarme sola-

-No me importa lo que seas o como seas, yo sólo quiero empezar de cero y que olvidemos el pasado-

Yo no supe que contestar, se me nubló la vista por las lágrimas, así que me giré y hice como si durmiera. De repente llamaron a la puerta de la habitación, era el doctor, por fin me daba el alta. Mientras me ponía mi ropa en el baño, Jason recogía mis cosas. Cuando salí ya estaba todo recogido y estábamos listos para salir. Ya en la calle empecé a correr por el aparcamiento buscando mi moto. Jason me miraba extrañado pero con una sonrisa apoyado en un coche.

-Pequeña que haces ?-

-Mi moto donde está?-

-En el taller, te estrellaste recuerdas? Te llevaré en mi coche-

-No hace falta, me volveré andando-

-Estas loca? Hay muchos kilómetros, no seas tonta y sube al coche-

-Me da igual los kilómetros, no necesito que me lleves-

-Sube al coche, no me obligues a subirte yo-

-No te atreverás-

Entonces me cogió en brazos, y aunque me resistí, me subió al coche. Durante el viaje no tuvimos ninguna conversación. Me puse a pensar mirando por la ventana en todo lo que estaba sucediendo desde que salí de aquel sitio. Mis pensamientos duraron poco pues el cansancio pudo conmigo y me quedé dormida. Cuando desperté ya estaba en mi casa y para mi sorpresa Jason seguía allí, estaba en la cocina y me levanté a ver que hacía.

-Jason se puede saber que haces?

-Te preparaba algo de comer, que tendrás hambre pequeña-

-No tengo hambre, porque aún estás aquí? Ya salí del hospital-

-No me importa, me quedaré cuidando de ti-

-No hace falta que cuides de mi, así que ya puedes irte-

Le abrí la puerta y le hice salir. Al cerrar me apoyé en la puerta y me senté llorando, no entendía porque volvió a aparecer en mi vida ni porque se comportaba así conmigo. Entonces una piedra rompió mi ventana, llevaba una nota que ponía "tu fin se acerca, no te olvides de mi que nos veremos pronto" ¿Quien pudo haberme mandado esa nota? ¿Quedó algún sobreviviente en aquel lugar? Sea quien sea busca venganza, y no creo que pare hasta saciar su sed.

Personalidad ConfusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora