Personalidad Confusa

Capítulo 19

Cuando el guardia que nos vigilaba salió a por un cafe, aproveché para explicarles lo descubierto.

-Chicos he descubierto una salida, no es de las mas fáciles pero si efectivas. Si os fijais hay una reja de ventilación en la esquina derecha, podemos colarnos por ahí y escapar.

-Parece un buen plan pequeña pero recuerda que estas embarazada, no estas para correr riesgos.

-No me pasará nada, no pienso quedarme aquí y menos a 3 días de la boda.

Esperamos a que acabara el turno del guardia y cuando se fue, desmontamos la reja y subiendonos a hombros nos colamos por el conducto y colocamos la reja de nuevo. Nos fuimos deslizando por aquel laberinto de conductos hasta que por fin encontramos la salida. Nos fuimos de allí lo mas rápido que pudimos hasta llegar a casa. A los 20 min llamaron a la puerta, era la policía que había venido a buscarnos. Le pedí a Jason que se llevara a Susan arriba y le convencí de que el bebé no corría peligro, que estaba protegido. Jason subió a Susan y se quedó en lo alto de la escalera pendiente de la situación. James y yo nos pusimos en posición defensiva y abrimos la puerta. Los policías entraron dispuestos a detenernos, y como nos negamos, comenzó la pelea. Se abalanzaron a nosotros con las porras y saltamos hacia atrás para esquivarles. Intentábamos esquivarles sin agredirles para no empeorar las cosas, pero era complicado porque ellos no se preocupaban por las consecuencias que tendrían si nos pegaban. Entonces mientras esquivaba uno de frente, me atacó uno por detrás y me caí sobre unos cristales de una de las ventanas que se rompió durante la pelea. Me levanté con la sangre recorriendo mi brazo y rompí la tela de mi camisa para atarla en el brazo y que dejase de sangrar. Jason quería bajar y ayudarme pero sabía que no podía. James me ayudó y los policías creyeron que era la oportunidad para detenernos, pero me alejé de ellos con mirada desafiante y perversa.

-No podéis detenernos, nosotros no somos culpables, en cambio vosotros habéis herido a una persona inocente y en estado de embarazo. Mas os vale dejarnos en paz si no queréis veros en la calle.

-Será mejor que nos vayamos, disculpen las molestias.

Jason bajo corriendo y me abrazó al igual que Susan que abrazaba a James llorando. Jason me estaba curando el brazo, James calmaba a su hermana, y yo me tumbé para facilitar que me curase y acariciaba mi abultado vientre. Por fin estamos tranquilos.