Querido extraño.

Primera carta.

Querido extraño:

No conoces mi nombre, pero voy a intentar ser honesto contigo.

Si tuviera que explicarte con claridad lo que siento, podría decirte que tengo miedo.

Si me pidieras que te cuente a qué le temo, me quedaría callado porque sería probable que no tuviera el valor suficiente de ser honesto y decirte que me asusta prácticamente todo, incluso tú.

Si estoy siendo sincero contigo, debería confesarte que si fuera responsable no estaría escribiendo esto y tal vez me encontrarías estudiando dentro de cuatro paredes preocupándome y lamentándome por mi futuro. Sin embargo, hoy no puedes hacerlo porque por primera vez en mi vida estoy intentando hacer lo que me gusta, escuchar adentro mío y seguir el camino que alguien muy joven me había marcado hacía unos años. Tal vez lo hayas adivinado, ese joven era yo, cuando solía tener sueños y fantasías dónde lograba cumplirlos. Ahora me cuesta hacerlo. Ya he madurado, supongo.

Es triste pensar que nos hemos olvidado de quiénes éramos y cuáles eran nuestros sueños. Quizás muchos de nosotros podríamos haberlos hecho realidad si hubiésemos tomado la decisión correcta, pero nunca tomamos la decisión correcta.

Sigo estancado entre lo que quiero y debería hacer, y si me preguntaras qué he decidido no podría responderte. No porque no quiera compartirlo contigo, sino porque ni siquiera yo conozco la respuesta.

Te vi el otro día con tus amigos y lucías muy feliz porque al parecer uno de ellos había contado un chiste. Realmente, deseo que tu felicidad sea genuina; lo deseo de todo corazón. No me gustaría pensar que no te sientes cómodo con quién eres o con quiénes te juntas. Eso también sería muy triste.

Es probable que nunca me hayas visto; unos de mis dones es pasar desapercibido. No es algo que me enorgullece demasiado, pero lo utilizo y mucho.

Así que supongo que si algún día nos cruzamos en algún lugar, te veré desde lejos vivir de la manera en que te han enseñado. Mientras tanto, estaré deseando con honestidad que tu vida no sólo parezca, sino que también sea feliz.

Sinceramente, otro extraño.