Cuarta carta.

43 2 0
                                    

Querido extraño:

Si estás leyendo esto, supongo que has tomado la decisión de seguir leyéndome. Siendo sincero, te lo agradezco mucho. Imaginarte proyectando mis palabras en tu mente me hace sentir menos olvidado.

Quizá nunca hayas pensado en ello, o tal vez sí y sólo te has resignado a la idea, pero una cosa es segura: Estamos de paso y la mayoría de nosotros seremos olvidados a menos que dejemos algo en este mundo.

Hay muchas cosas que me gustaría dejar, como un libro para que la gente vea lo inteligente que fui, o una canción para que sean conscientes de mi creatividad, o una receta para que me recuerden cada vez que coman esa comida especial. Sólo tengo un problema, no sé escribir, ni componer, ni cocinar.

Cada vez que te veo caminar me pongo a pensar en lo que podrías llegar a hacer, cuál es el tipo de cualidad que una persona como tú esconde. No sé por qué, pero presiento que tu mayor talento es fingir.

Hoy tuve miedo de morir y espero que no te moleste, pero pensé en ti para calmarme. Cuando te escribo me siento entendido, escuchado, leído y eso podría llegar a ser mi mayor legado.

En realidad, odio depender de las personas, sin embargo, contigo es diferente. En especial, porque comenzaste a comprender y eso es mucho más de lo que hubiese pedido.

Dije que eras predecible, que me traicionaste y que no lograbas entender. Nada de eso es verdad, lo siento.

Te preguntarás por qué he cambiado de opinión. Vi cómo tratas a la gente, particularmente a los que pueden parecer inferiores a ti, y eso bastó para darme cuenta de que eres una buena persona. Otro error: pensar que no eras diferente. Porque lo eres, no lo olvides.

Muchas veces pensamos que somos muy distintos, otras que somos tan ordinarios que nuestra falta no afectaría al estado natural de las cosas. No me considero un experto, pero es probable que ambas tengan un poco de verdad, especialmente conociendo cómo piensas. Supongo que hay algo que compartimos, un miedo bastante reciente a que nuestro legado no le importe a nadie, si es que nuestro legado se basa en algo más que lazos afectivos. Y pensando como pensarías tú, me animaría a decir que lo único que aún te mantiene aquí son esos hilos que te atan a personas y lugares.

No creo que sea el momento apropiado, pero tal vez debería contarte que esos hilos pronto se cortarán. Quizá lo único que puedes hacer es aferrarte a tu alma. Estate seguro de que ella no te abandonará.

Sinceramente, otro extraño.

Querido extraño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora