Capitulo 2.

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Me dirigí a la isla en donde supuestamente se encontraban los sombrero de paja; habían pasado 3 días y aun no conseguía ningún rastro de ellos, me estaba hartando de tantos días sin hacer nada y ya que la marina cubría todos mis gastos ¿por que no aprovecharlo? Esa noche me dirigí a un bar y entre, habían muchos hombres bebiendo alcohol y las pocas chicas que estaban allí eran las meseras del lugar, me senté en la barra y note que había mas escándalo en una mesa que estaba a mi izquierda, no le di importancia pedí una bebida y mientras la tomaba sentí como alguien se me sentaba a mi lado.

-Oye preciosa ¿por que estas bebiendo sola?.-

Lo mire de reojo y pude ver que no era mas que un pirata borracho que por su aspecto se notaba que quizás no tuviese mucho valor así que decidí simplemente ignorarlo.

-Vamos no me ignores así, muñeca.-

-Por favor desaparece de mi vista arruinas el sabor de mi bebida.-Seria-

-No me hables en ese tono, zorra.-Dijo jalándola del brazo-

Al jalonearme del brazo me hizo voltear a verlo, estaba comenzando a perder la paciencia y note como los de la mesa izquierda que eran los mas escandalosos, habían quedado en completo silencio, mire enfurecida a aquel hombre que me miraba de arriba a abajo.

-Una cualquiera como tu no debería comportarse así, aunque tampoco estas nada mal. Solo estas algo plana pero sigues siendo hermosa con una linda figura.-

Chasquee la lengua y con un movimiento rápido logre herir a aquel hombre que había logrado enfurecerme por completo; fue entonces cuando todos los del bar se levantaron de sus mesas exceptos los de la mesa izquierda, el resto de los hombres del bar me miraban molestos. Uno de ellos se me acerco y con su aliento apestando a alcohol, me hablo.

-Oye, nadie le hace eso a nuestro capitán. Vas a morir hoy mismo, niña.-

Todos se me acercaron dispuestos a atacarme y cuando estaba preparándome para defenderme. Vi como aquel hombre recibía un fuerte golpe, mandándolo a volar hacia el otro lado del bar.

Voltee perpleja y vi al mugiwara golpear a uno de los sujetos que se me acercaba. Observaba como ellos peleaban contra los hombres, sin embargo, el espadachín no dejaba de mirarme y parecía que quería decirle algo a su capitán pero este lo ignoraba; salí de mis pensamientos cuando sentí que alguien me tomo de la cintura y me saco del bar.

-¡O-oye, bájame, tonto!-Exclame molesta.-

-No, deja que ellos se encarguen de esos tipos.-

-No necesito que me ayuden ¡suéltame!.-

El sujeto seguía corriendo ignorando completamente mis quejas y por lo oscuro que estaba no podía ver bien su rostro. Corrió hasta que llegamos a un muelle y me subió a un barco, entramos a una especie de deposito y al subir la mirada me sorprendí al ver quien era.

-¡¿Que diablos?! t-tu eres...

En ese momento me inyecto algo, comencé a ver borroso y me deje caer dormida.

Desperté algo mareada, escuche las aves cantar así que se notaba que era de día, mire a todos lados un poco aturdida, no sabia donde demonios estaba. Me levante y corrí hasta la puerta y al abrirla me encontré con todos los mugiwaras mirándome sorprendidos y fue cuando se me acerco su capitán.

-Oye, tu eres la chica que salvamos ayer del bar.-Dijo con una sonrisa-

-¿D-donde estoy?.-Pregunte aun sin asimilar todo.-

Vi como se me acerco un pequeño renito quien tenia las intenciones de explicarme lo que sucedía.

-Debes estar algo confundida, la medicina que se te inyecto fue para que descansaras, me dijeron que estabas algo nerviosa pero no te preocupes estas a salvo en nuestro barco.-

-¿Barco?.-

Mire a mi alrededor y efectivamente estaba en el barco de los mugiwaras, una sonrisa se dibujo en mi rostro y comencé a reír.

-Mírenla es tan hermosa tal y como lo dijo el tipo de ayer.-Dijo con corazones en los ojos un chico rubio.-

-Parece muy feliz.-Comento el capitán con una sonrisa.-

-Pero claro que lo estoy, todos ustedes son unos tontos.-Hable finalmente.-

Todos parecían confusos ante mi reacción, estaba dispuesta a explicarles pero alguien se me adelanto.

-Verán yo...-Interrumpida-

-Es una caza recompensa que es respaldada por la marina.-Se adelanto el espadachín.-

De nuevo todos parecían asombrados, el espadachín continuo.

-Esta chica es mas peligrosa de lo que creen, es famosa por haber atrapado a setenares de piratas y haberlos llevado con la marina.-

-La diferencia entre tu y yo Roronoa, es que no fui una incompetente que se dejo manipular para unirse a unos piratas.-

-O-oye al menos se algo agradecida te salvamos la vida ayer.-Intervino una chica de cabello naranja.-

-Yo no les pedí su ayuda. No necesito que me salven y mucho menos unos mugrosos piratas como ustedes.-

Mientras hablaba, baje la guardia y sentí como me ataban por la espalda. Caí al suelo, voltee y vi que se trataba del mismo sujeto de ayer.

-¿Otra vez tu? además ¿que diablos haces aquí? tu no eres parte de esta tripulación...Trafalgar Law.-

Mirándome fijamente me dio una sonrisa y luego miro a los mugiwaras.

-No se preocupen, me encargare de sacarle toda la información posible para que no cause problemas.-

Un chico con aspecto de robot se acerco a nosotros y me miro para luego mirar de nuevo a Law.

-¿Seguro que no sera problema?.-

-Descuiden todo esta bien.-Respondió seguro.-

Me cargo como si fuese un costal de papas y me llevo de nuevo a la habitación donde estaba pero antes de cerrar la puerta, hablo de nuevo.

-Una cosa mas, no entren aquí no importa lo que escuchen.-Dijo sonriendo-

Y acto seguido, entro conmigo y cerro la puerta.




Una Caza Recompensa Enamorada (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora