Capitulo 7

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POV NATSU

–Se siente muy bien volver a tomar el control de mi cuerpo, de mi poder –la excitación se notaba en esos ojos negros del reflejo, esos que alguna vez fueron míos. Se limpió la sangre que caía por mi....no, por su rostro, ya todo estaba completo, E.N.D. y Zeref tenían todo como lo deseaban, a la distancia supe que sus miradas se conectaban – ¿Hey, me escuchas verdad? –está claro que hablaba solo para mí, aun seguíamos en esta ilusión de la que no pude salir a tiempo, ahora no había marcha atrás

–Sí, te escucho –yo podía escuchar mi voz, él podía oírla también pero nadie más lo lograría, el sonido no salía de lo que alguna vez fue mi boca, solo estaba en mi mente. Mi cuerpo estaba dormido, no me respondía, solo podía mover mis ojos y seguir con la mirada lo mismo que el observaba, el seguía moviendo mis manos, como si aún no creyera que podía usarlas, como si pensara que en cualquier momento todo volviera a ser como antes....si, como todo comenzó

– ¿Lo recuerdas verdad? ¿Recuerdas ese día? –como podría olvidarlo, fue el día en que morí.

De repente el escenario cambio.

¿En dónde estoy? ¿Por qué todo esta tan oscuro? ¿Qué pasó con E.N.D.?

– ¿Natsu, lo recuerdas? Este día, cuando tu moriste y yo nací – ¿Acaso el me trajo al pasado? No quiero recordar esto, agradezco que Zeref me haya permitido vivir este tiempo sin mis recuerdos, es demasiado cruel saber que sucedió –Pon atención, quiero que lo veas –su voz sonaba eufórica, quería recordar todo, pero yo no

–Sácame de aquí, mátame, haz lo que quieras pero no quiero verlo –escuché una gélida risa

–Ya es tarde –sentí miedo, luego una luz algo opaca nos envolvió para luego cegarme por completo, tuve que cerrar los ojos de inmediato. Cuando los abrí estaba en un lugar bastante conocido para mí, el cuarto en donde me crie con mi hermano Zeref. Ahí estaba yo, en mi versión de 5 años, realmente era enano entonces, no pude evitar reírme, escuché un bufido supongo que se enojó, él quería que yo prestara atención, debía hacerlo.

De nuevo puse cuidado al niño que jugaba solo mientras esperaba a que llegara su hermano mayor, si, Zeref era mi hermano, la única familia que me quedaba, aunque estaba mi gremio, Fairy tail, él era diferente, aunque puede que haya jurado matarlo jamás podría hacerle ningún daño, ese es el motivo del nacimiento de E.N.D.

Mi yo de cinco años seguía jugando, me veía feliz, lo era, pero luego el pequeño se tambaleo un poco a causa del mareo y luego cayó al suelo inconsciente. Aparté la vista, sé que es lo que sucederá a continuación y no quiero verlo, pero el sí, vuelvo a observar la escena.

Mi hermano entra feliz con un obsequio para mí, uno que jamás podrá entregarme en persona, su sonrisa se borra al verme en el suelo, deja caer el presente y se lanza a tratar de ayudarme. Me llama muchas veces, me sacude, me grita, pero no despierto, las lágrimas empiezan a recorrer sus mejillas, primero de angustia, luego de felicidad al notar que solté un suspiro, era señal de vida más que suficiente para él. Me levantó rápidamente y me llevó a la cama, me recostó y empezó a hacer medicinas con hierbas para tratar de despertarme, mi fiebre era evidente y subía más con cada minuto que pasaba. Así dure por varios días, cada vez peor, todos daban por sentado que no sobreviviría pero mi hermano jamás se rindió, el continuo intentándolo todo

–Hermano.... –fueron las primeras palabras que yo había pronunciado en varios días, Zeref creyó que era una buena señal, pero solo eran mi adiós, mi carta de despedida

– ¿Si Natsu? Dime, ¿Qué sucede, te sientes mejor? –el trataba sonreír para hacerme sentir mejor, pero Zeref estaba a punto de liberar sus lagrimas

Nalu, acepto tus angeles y tus demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora