c i n c o | f i n a l

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De finales que sólo a se me ocurren y súper héroe&villano enamorados.

En dos semanas Kyungsoo descubrió ciertas cosas:

1) Kai no estaba cocinando ningún plan en su contra, de hecho, lo único que cocinaba eran sus biberones y papillas. Las que por cierto, ya no sabían para nada bien, Kyungsoo tenía que llamar a Sehun para que le preparase comida de verdad.

2) Había descubierto que escuchar su propio nombre era un poco demasiado tedioso porque «D.O tiene unos labios tan provocativos, D.O tiene la piel más blanca que puedas imaginar. D.O esto, D.O lo otro»

3) Dos semanas, cinco citas y dos salidas casuales pero, ¿quién las cuenta?

En la primera cita intentó excusarse porque «Aquella vez fue un caso especial, necesitaba decirte algo que al final no te dije, así que puede ser conveniente que nos volvamos a ver» en la segunda sus propios pies lo arrastraron hacia el lugar que Kai había puesto como encuentro. Y en la quinta sus manos estaban paseándose por las mejillas de Kai en un intento frenético de sentirse un poco más cerca de él.

Es pocas palabras, Kyungsoo había cavado su propia tumba en la boca de Kai.

Estaban caminando por la orilla de la playa solitaria de Ciudad EXO. Kai buscó la mano izquierda de Kyungsoo y después de una seria lucha, el villano terminó por acceder, mirando a otro lado y con las mejillas completamente ruborizadas.

Era muy extraña la sensación, ser tratado de esa forma tan cariñosa, ser tocado con cariño, ser besado... La forma en la que Kai ponía las manos en sus mejillas, cuando sus ojos se cerraban y sus labios se tocaban, era como entrar en contacto con un paraíso que no sabía que existía. Cuando Kai le abrazaba y le afirmaba que le gustaba, que lo quería a pesar de las diferencias, Kyungsoo se olvidaba que era un villano, olvidaba que luego de despedirse se convertía en bebé, olvidaba todo y eso de alguna manera le atemorizaba.

No debía simplemente olvidar que era un villano, y Kai el súper héroe que se suponía tenía que destruir.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —inquirió Kyungsoo, sentándose en la arena, mirando fijamente el cielo oscuro fusionándose con el mar índigo.

—Por supuesto...

Kai se sentó a su lado, y sin pedir permiso, recostó su cabeza en el hombro de Kyungsoo, éste se tensó de inmediato pero no dijo nada, no lo apartó; sólo esbozó una tímida sonrisa.

—¿Qué va a pasar con D.O y Kai? —preguntó—, es decir, el héroe y el villano.

—Eh, no sé. ¿Puedes dejar de ser villano?

—No. ¿Puedes dejar de ser súper héroe?

—Supongo que no.

Ambos suspiraron a la par. Había un gran problema, ellos simplemente no podían desprenderse de sus responsabilidades, o bueno, uno de ellos. Y allí radicaba la preocupación de Kyungsoo. Kai no podía dejar de salvar a las personas pero técnicamente él podía deshacerse de esas ideas locas de dominar la ciudad y el mundo entero. Pero estaba demasiado confundido, ¿era su atracción lo suficientemente grande como para dejarlo todo atrás?

—¿Cómo sé que este no es un plan tuyo? —preguntó el villano de repente—. ¿Cómo sé que sólo buscas enamorarme para luego darme una patada?

Kai levantó la cabeza de donde la tenía posada, y miró detenidamente a Kyungsoo. La sonrisa, la mirada soñadora y el brillo en sus ojos había desaparecido, ahora sólo estaba el rostro de una persona seria. Y Kyungsoo nunca había visto a Kai irradiando tanta seriedad, ni siquiera en casa.

Dr D.O & Mr Kai → KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora