Te tendré

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—Maldita sea Jaiden, debes aprender a controlar los malditos impulsos ¿Qué demonios pasa por esa jodida cabeza tuya? Si lo que quieres es encontrar a tu esposa no tenias que golpear al detective, eso ralentizará todo el proceso- dijo cabreado mi papá, pero si no fue para tanto, ese detective es una nena.

— YA, YA para ¿SI? Tampoco fue para tanto, él podrá seguir buscando a la golfa esa.— dije cansado de su murga.

—¿Que no fue para tanto? Esta en el hospital, Jaiden! en el puto hospital, le rompiste tres costillas ¿tú crees que servirá de algo?— dijo y bufe, igual ese marica no hacía nada.

—la buscaré ¡YO! En qué te afecta a ti?— si hay algo que me molesta es que se metan en mis cosas.

—En que siempre que necesitas ayuda para resolver tus mierdas me llamas es a mi; no me llames si no quieres que me entrometa.— viré los ojos, que me viene a sacar en cara, yo soy autosuficiente,  ella es mi mujer y puedo hacer lo que sea para recuperarla— Y aprende a controlar a esa niñata sino te meterá en serios problemas, piensa en lo que estas haciendo si se enteran de todo esto tu carrera musical llegará a su fin inepto—dijo cabreado.

sí se que debo controlarla, se me ha salido de las manos, esta chiquilla esta haciendo lo que le da la gana y me ha hecho quedar como un pendejo. 

—vete, no necesito tus estúpidos sermones, haré lo que sea por tenerla devuelta y si la debo buscar yo mismo, lo haré.

— Muy bien JAIDEN, lo mejor será que la encuentres rápido, fuiste muy imbécil al dejarla escapar, no puedo creer que te hallas dejado ver la cara de esa chiquilla, esto es un insulto! Más vale que me informes cuando la encuentres— dijo amenazante, haciéndome pasar saliva, seguro va a querer darle un escarmiento.

Por lo pronto me debo cambiar de atuendo para no llamar la atención, debo encontrarla a q.... - dije con la furia subiendo a mi cabeza - tres semanas jazmín, tres malditas semanas haciendo lo que te da tu regalada gana.

Cuando ponga mis manos sobre ti...... pequeña arpía. 

15 minutos después ya cambiado salí en su búsqueda, no le dije a nadie, no quiero escoltas llamando la atención.
Tomé un taxi, a esa perra la conozco como la palma de mi mano.

—a donde se dirige señor— preguntó el taxista.

—aeropuerto el dorado —mascullé.

El taxista se de tuvo frente al aeropuerto y bajé luego de pagarle.
Ahora a que ciudad se dirigiría mí estúpida muñeca.
Caminé por el aeropuerto he hice cada fila en las distintas aerolíneas, dándo dinero por información privada, pero nada, parece que a jazmín se la tragó la tierra, hice la última fila la más larga, después de 30 minutos.

—buenas tardes....aerolínea avianca, en que podemos servirle.—habló la chica detrás del cristal.

—miré... quizá esta niña tomó un vuelo en está aerolínea— dije entregándole una foto de Jazmín, en la que aparecía sonriente y se veía muy tierna.

— lo siento señor esa información es confidencial, que pasé buena tarde.— dijo devolviendome la foto.

—es mi hermanita y se escapó de casa por un berrinche.—alegue.

—aún así no podemos colaborar, tiene que ser la policía quien solicite la información— contestó.

—mirela bien quizá me pueda decir algo— volví a pasarle la foto pero ésta vez con un rollo de dólares debajo para que la cámara no lo captara. La chica suspiró y guardó el dinero.

— ¿En qué fecha viajó?— preguntó y le pasé una tirilla de papel con la fecha y nombre—bien........ en efecto si compró un tiquete pero un dia después de ésta fecha, eso fue hace 3 semanas con destino único a Cartagena de Indias— ya te tengo malnacida hija de perra.

—gracias, ahora, me vende por favor 1 tiquete de ida para hoy y dos de regreso indefinidos.

— el que nos queda para hoy sale en dos horas ¿le sirve?—preguntó.

—No, mejor deme uno para mañana a primera hora.

—medio de pago?—le pasé mi tarjeta, hizo todo el proceso y me entregó el tiquete de ida.

Salí y tomé un taxi al hotel, subí al ascensor, respiré profundo en cuanto abrió sus puertas, caminé decidido hacía mi habitación.

Una vez dentro empecé a recoger mi reguero ¡mierda! como se me pudo olvidar, mis hombres deben ir.
Llamé al que más cerca estaba, dándole órdenes específicas de comprar los pasajes de todos.

Terminé de guardar todo.
necesito un cigarro, tomé uno de la cajetilla y salí al balcón, le di dos caladas seguidas y solté el humo suavemente.
¿Que estará haciendo mi muñeca? Pobre de ella cuando la encuentre, ni yo mismo se si me controlaré o si la golpearé apenas la vea.

Bote la colilla del cigarro y lo pise, entré nuevamente, me serví un vaso de vodka, tomé todo hasta la última gota, éste es un mal necesario.


Golpeada (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora