De nuevo lo mismo

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—Jazmin,él es Manuel, es el padre de las niñas— dijo la señora lena, presentándome a un hombre de tez blanca, alto, cabello negro, muy guapo.

—mucho gusto señor Manuel—dije desde la mecedora, mientras arrullaba a las niñas.

— el gusto es mío jazmín— dijo con la voz suave y aterciopelada.

—bueno, cuando acuestes a las niñas vas al estudio que arregláremos lo del pago y como será tu trabajo— dijo la señora lena

— si, señora lena, allá estaré, una vez se duerman las bebés.

La señora y el señor se retiraron,yo me quedé sola, meciendo a las bebés.

Miré el reloj 8:15 pm aún no se dormían las niñas, llevaba media hora meciendolas y cantándoles.

Pasaron 15 minutos y ava empezó a cerrar sus ojitos, seguidamente leah también luego de 15 min más ambas estaban dormidas las acosté en sus Cunas correspondientes y encendí la lámpara de maripositas que se proyectaban en las paredes, les di un besito en la frente a cada una, agarré el monitor, les apagué la luz, salí y cerré la puerta de la habitación tras de mi.
Comencé a caminar por el pasillo hasta que me topé con rossis.

—¿que haces por aquí jazmín?- preguntó rossis quien iba ataviada con una cesta de ropa doblada— no deberías estar con las bebés o durmiendo— me reprimió.

— yo.. Eh... Los señores... Me dijeron que.... Los buscará en el estudio— porque tartamudeo, no debería .

— sigueme—rossis empezó a caminar en sentido contrario al que yo iba, bajamos las escaleras y luego de la sala nos adentramos a un pasillo no tan largo y al fondo se encontraba una puerta de vidrio corrediza, que por dentro tenía cortinas blancas que impedían la vista.

—aquí es, niña —dijo rossis.

Toqué un poco el vidrio.

—pasa jazmín— se escuchó la voz de la señora lena.
Entré, allí estaba ella y el sr manuel sentados en las sillas del escritorio en lado opuesto al que yo estaba— siéntate niña—así lo hice.

— Jazmín, Jazmín Garcié — me molesta que me digan niña, no lo soy.

—Bien— habló el sr Manuel— Jazmín tienes el empleo, pero sabemos que eres menor de edad, por lo tanto te pagaremos dándote todo lo que necesites en un monto de "dos millones quinientos mil pesos" después de que lo que pidas pase de esa cifra no se te dará, otra cosa, cada artículo o dinero que solicites ve anotándolo para que sepas cuanto has gastado, tu alimentación y hospedaje corre por nuestra cuenta, tu puedes acabarlo en el transcurso del mes, es decir no tienes día de pago, cualquier día puedes pedir lo que quieras, pero como te dije antes no podrás pasarte de dos millónes quinientos cada mes, ¿tienes algún problema con lo algo de lo que he dicho?— analice todo lo que dijo y la verdad no me parece tan mala idea, igual me darán mi sueldo, pero en lo que necesite, esta bien.

—no señor, no hay problema.

—perfecto, respecto a tu trabajo, pasarás las 24 horas del día 7 días a la semana con las niñas, pendiente a ellas, su alimentación, baño, ropa, con ropa me refiero a que tu serás quien lave la ropa de las niñas, los biberones e incluso a ti se te dará el dinero para que les compres los pañales, biberones, cosas de aseo etc. Todo lo de las niñas lo manejarás tú, como si fueses la mamá, no sales si no es con las niñas, no las puedes dejar al cuidado de nadie más, lena las mirará de ves en cuando.¿estas en desacuerdo con algo?—a esta señora no le importan sus hijas o ¿que?.

— no señor, no me importaría pasar todo el tiempo junto a las niñas y pendiente a sus cuidados.

Un sonido de llanto proveniente del monitor me alertaron, miré el monitor y levanté la vista hacia ellos, quienes me hicieron una seña con la cabeza de que me fuera, salí a prisa, subí las escalas corriendo, entre a la habitación de las niñas y como lo supuse leah estaba llorando, la alcé en brazos y la recosté en mi pecho, caminé con leah llorando hasta el calentador de biberones y lo encendí, seguí tratando de calmar a leah en la mecedora, pero no paraba el llanto, el pitido que me anunciaba que el biberón estaba listo sonó, me levanté rápidamente y lo saqué, lo destapé y lo acomodé en su boca, inmediatamente la niña empezó a succionar parando el llanto, me senté para seguirla meciendo, me sorprende que ava no se despierte con el bullicio de leah.

Golpeada (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora