Capitulo 2

15 1 0
                                    

El comienzo del infierno
Mi plan era tan descabellado que no podía creerlo. Ya había llegado, recién conociendo a una hermosa mujer que salvo mi vida. ¡QUE ESTUPIDEZ! No puedo creer que lo vaya a hacer eso, después de que esa bella mujer me salvara que usarán recursos. Seguía pensando seguía dándole vueltas a todo en mi mente, digo no sabia ni que estaba pasando afuera. Estaba en un cuarto al parecer bajo tierra donde estaba guardando energía para poder salir de ahí, era tan agobiante pensar en volver, la guerra no parecía terminar  Silferianos seguían atacando a Nueva Europa.
En medio de todo mi discusión interna escuché a alguien entrar parecía la voz de Morgan y la doctora que me atendió primero, escuche pasos que se dirigían a mi puerta, hasta que escuché que tocaron, dije -Adelante. Estaba acostado, me pare casi desesperadamente al verla -hola Morgan, doctora, ¿ya me recupere completamente? Digo ¿suficiente para salir de aquí?- a lo que respondió afirmativamente, pero que debían tomármelo con calma. La comidas escaseaban. Si quería salir sería un tormento del que posiblemente no valdría la pena vivir, digo muy apenas viví para llegar donde lya estoy.
Pero debía intentarlo algo en mi sentía que debía preguntar, intentar. Después
Después de todo era un grupo que tenía fuertes reservas militares, pero aún así la comida escaseaba por los bombardeos que destruyeron hermosos bosques que había, recuerdo su hermosura, el hermoso verde de esos bosques y sus gigantescos arboles tan hermosos que podía estar ahí viéndolos. Pero todo eso acabo, al menos para Europa o claro esta, lo que queda de ella. Tomé valor y me levante decidido de mi cama me quite los monitores que rodeaban mi pecho que me conectaban a esa máquina, muy apenas pero lo hice, busque a Morgan, pregunté pero el edificio era gigante digo, ¡para como se veía por fuera! Debe ser un edificio bajo tierra, tenia mucha gente, gente que vivía en mejores condiciones que en aquel maldito país gobernado por un imbecil.  Esta guerra no fue nada como las anteriores las anteriores eran armas visibles esta eran aviones cargados con VIH eran pocos pero su atrocidad fue demasiado, fueron lejos con los ataques, gente inocente con una enfermedad que podría matar, que simplemente hay personas que no merecían algo tan atroz. Me desvié de mi punto, me quedé pensando.
Al volver en mi mismo seguí buscando hasta que por fin encontré a Morgan con esos hermosos ojos, me acerqué a ella, estaba en una habitación.
Toqué la puerta. - ¡Hola! - a lo que respondió con un tono sorprendido, -¡Hola! ¿Como te sientes? -bien, mejor de cómo llegué, oye ¿te puedo hacer una pregunta un tanto rara?- respondí, a lo que dijo - Si ¿que es?- Es.. Es que me pregunto, ¿teniendo tanto armamento militar como presumen tener, por que no atacan?- a lo que con cara de sorpresa respondió. -por qué sería muerte, no habría tanta seguridad en este refugio, como lo hicieron con Nueva Europa, mandarían aviones con infecciones, con ebola y ahora sí la vida terminaría no habría reservas por que no habría quien las conservara, no habría una sola señal de esperanza en el camino de los desolados como tú llegaste aquí- entonces entendí que la situación no era fácil, ¿es esto lo que deseamos?, recuerdo ese día, el primer día donde la humanidad de fue de lo que se hacia llamar "ser humano", ahora solo quedaba lo de ser, no asesinar tanta gente es algo que al menos para mí debía tener algo mal.
¿Cual fue el comienzo del infierno?
Dicen que lo que provoco la guerra fue un "atentado" que culpa Silfer a Nueva Europa, ja. Después de el supuesto "atentado" era cuestión de horas para que Silfer tomará ventaja de esto y declarara la guerra a Nueva Europa, y con esto, era suficiente para que naciones que protegían Nueva Europa y a países pequeños con importantes reservas de petróleo, lo que este maldito bastardo intentaba dominar, pero no lo entiendo, ¿como vas a hacerlo si ya has destruido todo?
Así comenzó el infierno un infierno en vida donde no hay almas en pena, hay seres humanos que puedes ver, que no puedes ayudar a todos, es la tristeza el silencio, el odio, lo poco humano que fue el presidente de Silfer.
A un infierno que, tenía el mundo amenazado con acabar con el.
El mundo estaba en decadencia poco a poco, habían ataques incluso en America Del norte, había ataques terroristas, en Washington y Nueva York, cosas nunca vistas en guerras pasadas, esto era peor que una 4ta guerra mundial, era una barbaridad, el mundo estaba muriendo y con el lo que nos hacía humanos, la esencia se perdía con tales actos inhumanos, las leyes ahora eran nada, todas esas reglas, creadas por una razón se habían esfumado, la jerarquía ya no estaba, no había paz, estar en la calle era tan peligroso como estar en un campo de guerra, había minas, había hospitales improvisados abandonados completamente, o si los había habitados eran pacientes con pocas esperanzas de vida.
recuerdo mi camino hacia las afueras de Nueva Europa, había un hospital con gente muriendo, había una señora, dios eso me llego tanto gritaba, por su hija, no había manera de ya salvarla tenia tantas quemaduras, intentaron sanarla, no pudieron la niña se retorcía de tanto dolor. Me quede marcado por siempre no podía creer que tales atrocidades pasaran y que el gobierno de mierda dejara que pasara, que tan maldito tienes que ser para dejar que pasen, eso solo fue una de las muchas desgracias que vi pasar en mi camino, eso nunca lo olvidaré, sus ojos poco visibles por las quemaduras dejaban ver su dolor, no podía simplemente me fui, no quería ver el dolor de esa pobre niña y no poder hacer nada para ayudarla, me sentía tan horrible, pero aún así me alejé, con lagrimas en el rostro intentando dejar que no me afecte esa niña que con dolor me veía, el sentimiento de desesperación, el odio, emociones que me llegaban tan adentro del alma, sabiendo que había mas niños, adultos, ancianos que no hicieron nada malo en su vida como para merecer tanto dolor tanta desesperación, después de todo eso, viví en shock, tal vez ese shock salvó mi vida por que me hizo llegar hacía donde me encuentro, el refugio donde gente vive no feliz, pero su seguridad era
Mejor que estar en las afueras.

El comienzo del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora