El Farsante [En Edición.]

Capítulo 4.

6 meses después.

12 de Enero: New York, City.

-¡Casarte! ¿Mujer estás loca? —Gritó mientras le apartaba el anillo del dedo anular izquierdo.

-Pensé que me apoyarías. No sé cómo decírselo a John.

-No deberías decírmelo. ¡Se volverá loco! ¡No deberías casarte Vanessa! ¿Hace cuánto conoces a ese muchacho? ¿2 meses?

-Cinco. —Murmuró bajito.

-Sigue siendo poco. —Negó con la cabeza.— ¡No puedes conocer a una persona en 5 meses! ¡Y por supuesto no puedes compartir la vida con alguien si no lo conoces!

-Conozco a Derek, lo conozco tal y como a la palma de mi mano. Nos vamos a casar en Febrero quieras o no, llevo planeando la boda desde Diciembre.

-¿Diciembre? ¿Vanessa estás comprometida desde Diciembre? ¿¡Y por qué no me lo habías dicho!?

-¿Podrías dejar de gritarme? Eres a la primera persona que se lo digo, y esperaba un poco más de apoyo"mejor amiga".

-No vengas a decirme ahora que soy la mala amiga.

-Abigail, lo único que quiero es que seas mi dama de honor, que me acompañes en mi día especial. ¿Podrías? Si me equivoco o no, será mi problema.

-Pensé que no creías en el divorcio.

-Y no lo hago, pero también creo en el amor. Y Derek es el amor de mi vida.

-Espero no te equivoques Vanessa. Lo espero desde el fondo de mi corazón.

-No lo haré, sé que él es el indicado. —Sonrió.— ¿Serás mi dama?

-No te puedo decir que no, Parker. Jamás me vuelvas a ocultar algo así ¿entiendes? —Dijo devolviéndoles la joya.

Vanessa volvió a ponerse su anillo mientras lo admiraba en su dedo, un brillante diamante en el centro de un aro de oro con incrustaciones de esmeralda. Derek le había propuesto matrimonio 2 días después de la Navidad, había sido el momento más feliz de su vida. Habían estado planeando la boda desde entonces.

Vanessa se cuestionó lo mismo que Abigail al principio, pero Derek se veía tan decidido que le contagio la seguridad a ella. Se casarían en un mes exacto. 2 días antes del día de San Valentín.

Había pedido ayuda a Abigail porque se había quedado sola, Derek se había ido a hacer un viaje de trabajo justo ése mes y no tenía comunicación desde dónde estaba. No habían hablado desde hace 10 días, lo único que Vanessa sabía es que regresaría un día antes de la boda.

Pero tenía un mal presentimiento.

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31 de Enero: Los Ángeles, California.

La mansión de los Penallow no había cambiado nada a pesar de los problemas financieros.

James caminaba incómodamente por el jardín, preguntándose por qué su madre lo llamaría y aún y más, porqué lo citaría en la casa en la cuál nunca fue bienvenido.

-James, cariño ¿Cómo has estado? —Preguntó su madre cuándo llegó a la sala de estar.

-No seas hipócrita Victoria, no creo que mi visita te alegre.