Voy abriendo poco a poco los ojos, la tenue luz que había en la habitación me hacía dar más sueño, pero era hora de levantarse.
Miro a mi costado y veo a Damián echo bolita, tiene una manera tan rara de dormir que me da ternura y gracia al mismo tiempo.
- Bueno días amor, ya levanta, es mi primer día de trabajo junto contigo y no quiero llegar tarde cielo, vamos, arriba.-le di en su trasero para que se despertase pero no abrió siquiera los ojos para hablar.
- Ana, lo siento lo había olvidado, hoy no voy a la empresa porque estamos a comienzo de la colección y yo solo aparezco cuando van por la mitad, sabes cual es mi puesto no.-me dijo aun dormilón acostándose de barriga.
No lo puedo creer.
Iré sola.
- Si sierto, lo había olvidado, pero por lo menos ve y dejame al edificio y me acompañas a entrar ¿Si?.-me recargue con todo mi peso sobre su espalda.
Suelta un suspiro.
- Estoy cansado amor, tu gastas todas mis energias me dejas exhausto y anoche me diste duro contra el muro.-dijo a carcajadas.
- ¿Yooo?-dije en tono dramática.
- ¡Nooo, yooo!.-me sigue la corriente, aún después de tanto tiempo no puedo creer que siga siendo sarcástico.
- Bueno está bien, duerme maldito salvaje.-Me separé de el bajandome de su espalda de la que me encontraba hace unos instantes.
Sentí como me jalaba de nuevo a la cama.
- Lo se soy bien salvaje.-Dijo este y de introdujo en mis piernas, quitando de un tirón mis bragas y entrando en mi con una fuerza espectacular.
Entierro las uñas en las sábanas, sé que a este paso tendré que comprar nuevas mudadas.
- No Damian ¡Ah! tengo que irme, apartate.-dije apenas, gimiendo de placer que este me brindaba.
Me besaba con desesperación.
- D-damián.-Logro decir cuando se separó de mi boca.
Entraba y salía sin permiso de mi. Me arrancó la blusa y empezó a jugar con mis senos.
- Damian, para mi amor.-Suplico, pero a la vez
- Después que me digas que me amas.
- Te odio.-susurre entre jadeos.
Me miro a los ojos.
- Te has ganado un castigo.-Dijo antes de besarme otra vez en la boca con pasión e ir bajando por mi cuello, mis pechos, mi vientre hasta llegar a mi sexo ya húmedo tras un largo camino de de besos entre mordiscos.
Jugaba con mi sexo como le daba la gana, metía y sacaba le lengua de este. Yo lo único que podía hacer, era gemir.
De golge subió hasta mi boca y entró en mi sin piedad. Estuvimos así hasta que llegamos al climax de placer. Cayó rendido a un costado mio con la respiración entrecortada.
- Se me hizo tarde iré a bañarme.-me envuelvo en la sábanas mientras él me mira.
- ¿Por qué?-Me pregunta con una sonrisa pícara.
- Porque no iré al trabajo oliendo a sudor.-pongo en blanco los ojos.
- Ese es el perfume del amor, Ana.
- Qué asco.-arrugo la nariz y me doy la vuela.
Me metí directamente a la ducha para darme un ligero baño, no me tomé la molestia de quitarme la ropa por que no traía nada sobre mi.
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Infieles [EDITANDO]
Random-¿Ya se fue?. -Si, ¿vendrás?. -Llego en diez minutos. -No podemos. -Pero queremos. -No debemos. -Demaciado tarde. -Te amo. -Yo más. Ana Julia Williams, una joven de 23 años, inteligente, trabajadora, muy hermosa con unos ojos color miel y un cuerpo...