Gabriel Farfan
Se quedó dormida después de charlar un poco, eran casi las once de la noche cuando se durmió. Me recoste en su pecho. Quería oír los latidos de su corazón; me recoste sobre ella y oía los hermosos sonidos provenientes de su palpitación y su respiración armoniosa.
-Esta mujer es perfecta.-susurre para mi mismo, acariciando sus labios con la yema de mis dedos, esos labios perfectamente moldeados hechos a la medida de los mios que encajaban perfectamente cuando me besaban con lujuria y desesperación, a los que yo intentaba controlar. Ella se veía tan delicada que temía hacerle daño, por ese mismo motivo la toque con cuidado cuando ella se entrego a mi repentinamente.
-Damian.-dijo entre jadeos.
¿Quien es Damian? me preocupé cuando presencié que una lágrima nacía en sus ojos que aún permanecían cerrados ¿Qué sucede? ¿Quien es el? ¿Por qué está llorando? ¡Necesito saber que piensa!.
Con tantas preguntas en mis cabeza dando vueltas y asiendo de las suyas, quedé dormido al agual que ella.
***
-¡Despierta!.-le di un beso en los labios.
-Shh.-la escuché decir aún estando dormida.
-No, no, levantate niña, tenemos que ir al trabajo.-La moví para que se despertase.
-Damian, aún es temprano, deja de joder no quiero nada.-Respondio sin mirar y dándose la vuelta para continuar con su sueño.
Damian, allí va otra vez ¿Quién es el y porque Ana Julia no deja de hacerlo presente?.
-¡Niña, yo no soy Damian!-dije en su oído.
Ana Julia abrió los ojos y me miro extraño.
-Dios ¿Qué he hecho?.-Dijo tocándose la frente.
-Ann ¿No recuerdas nada de anoche?
Me miró desconcertada y con unas pizcas confusión.
-Claro que recuerdo, solo que anoche
...estaba cegada y me deje llevar.-Mmm.-Me levanté de su costado y empecé ponerme mis prendas que estaban regadas por toda la habitación. Sus palabras me dolieron y mucho por que desde que la vi, supe que era para mí, pero al mismo tiempo supe que iba a ser difícil.
-No, no, no te vayas.- agarro mi brazo y voltee a verla.
-Se que recién nos conocemos, pero hay algo en ti que me encanta Ana, no se que es...-dije con aires de tristeza.-no quiero enamorarme, pero ya es tarde y quisiera intentar algo contigo.-la tome de las mejillas y sentí como se desvaneció en mis brazos cuando chocaron nuestros labios.
Nos volvimos a besar sin control, y nos separamos cuando recordamos que debemos respirar. Me miro acariciando mis labios.
-Yo...yo...tengo que decirte algo, peroo...-estaba preocupada y podía verlos claramente en sus ojos.
-Solo dilo.- Le rogué.
-Mira, nosotros no pod...- El tono de su celular sonó impidiéndole que terminase su oración. Miró la pantalla de su móvil y luego me miro a mí.- Debo atender la llamada, es...es importante.- Dice
-No hay problema. Adelante.
-¿Damian?...- Allí va otra vez ese puto nombre. Pensé y puse los ojos en blancos. Por suerte ella no lo notó.- Me quede a dormir en la casa de una amiga.- Me mira.- ¿Y tu?...¿Cuantos días?...¡¿Un mes?!...¡Oh! ¡vale!...Hasta dentro de un mes...Yo también.
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Infieles [EDITANDO]
Random-¿Ya se fue?. -Si, ¿vendrás?. -Llego en diez minutos. -No podemos. -Pero queremos. -No debemos. -Demaciado tarde. -Te amo. -Yo más. Ana Julia Williams, una joven de 23 años, inteligente, trabajadora, muy hermosa con unos ojos color miel y un cuerpo...