Día 10.
Júppiter.
Había pasado una semana desde que vino Derek, un amigo de Yess, es muy simpatico pero muy gay. Todo el mundo lo ve muy varoníl, la mamá de Yess pensó que eran novios. Ese día justamente vino el idiota de Sam, creo que gracias a que estaba Derek aquí no se acercó de nuevo, pero se quedó un buen rato.
En la escuela no había vuelto a mirarme y todo había vuelto a la normalidad, volvía a ser transparente de nuevo y eso me gustaba, pero no tanto a Yess. Ella vivía encantada con Andy, uno de los otros tres imbéciles que se hacían con Sam y pensó que si yo me acercaba a Sam, ella podría acercarse a Andy pero yo me negué rotundamente por lo cual se enojo conmigo 5 días, luego se disculpó y me dijo que solo se le había metido esa idea a la cabeza y no pensaba otra cosa, pero lo pensó el fin de semana y no habría llegado a nada de igual modo.
Todo marchaba bien desde el martes, no hubo nada raro en mi monotona vida y eso me gustaba. Las alteraciones en mi vida me daban dolor de cabeza, no dejaba de pensar en ellas nunca.
Siendo el último día de la semana tendría que ir a trabajar pero Ellen, la amiga de mi papá y por lo tanto dueña de la biblioteca, me dijo que ese día no tenía que ir a trabajar, que pasara por mi paga y disfrutara de mi fin de semana, esto me pareció muy raro pero igual lo hice, pensé que sería lindo terminar la semana casi todo el día en mi cama leyendo Harry Potter, pero al llegar a casa estaban mis abuelos (por parte de mamá), lo cual me sorprendió.
- ¡Abuelos!- Dije con gran entusiasmo, hace casi un año no los veía.
Esto me trajo algo de tristeza, se me había pasado por alto, hoy se cumplen cinco años desde la muerte de mi madre, la punzada de tristeza en mi corazón era aún más grande que la sorpresa de los abuelo en casa pero ya no era tan sorpresa.
Mis abuelo vivían en elcentro de la ciudad, en una casita vieja pero muy linda y con un ambiente muy agradable. Olía a mamá, por eso casi no iba, eso me dá melancolía.
- ¿Cómo estás, mi pequeña gigante?- Dijo mi abuelo esbozando una dulce sonrisa.
- Muy bien como siempre, abuelito. - Dije dulcemente al igual que mi abuelo - ¿Y ustedes cómo siguen?
Después de responderme que estaban bien, mejor que antes, siguieron hablando con mi papá, Lily y yo, como siempre en este día, contando historias increíbles de mi mamá. Al final mi abuela dijo:
- No entiendo Júppiter por que ha salido tan reservada, pensamos todos que con lo que Janne había hecho en su adolescencia y con lo que había hecho contigo - dijó mirandome. - cuando eras más pequeña, pensamos que saldrías más extrovertida que tu madre, que harías cosas más locas.
- Gracias al cielo que has salido así, no creo que no hubiera portado otra vez todas aquellas locuras.- dijo mi abuelo riéndose.
Yo tuve la intención de preguntar que locuras había hecho pero ellos siguieron hablando de como mi mamá se había puesto cuando conoció a mi papá.
Yo había llegado con un poco de hambre y fui a la cocina, y me encontré a Lily.
-¿Si sabes que día es hoy? - Dijo con cara de resignación y un poco de tristeza.
-Claro que sí, aunque se me había pasado por alto, pero lo he recordado al llegar - y suspire.
Lily me hizo un sándwich. En casa no era muy tímida, por que claro, era mi familia y llevaba 19 años viviendo con ellos, y hablaba con Lily de la escuela.
-Un muchacho de la escuela se me ha acercado hoy y me ha preguntado hoy por ti - dijo lamiéndose el dedo que se le había untado de ketchup.
Me puse colorada como esa salsa.
-¿¡QUÉ!? ¿No le preguntaste su nombre?
Lily soltó una risita burlona, supongo, que por mi cara
-No, pero obviamente él me lo dijo, me estaba tirando los tejos. - dijo con una risa tonta mirando a la nada.
-¿Y qué estás esperando para decírmelo? - dije algo exasperada.
- Ah - dijo como saliendo de su imaginación - es Joseph - y empezó a comer su sándwich.
No tengo ni la menor idea de quién sea, pero necesito averiguarlo, esto es muy extraño, pero sé quién me puede ayudar.
Lastimosamente Yess no me contestaba el teléfono y eso que lo mantiene en el bolsillo o el bolso.
- ¿Dónde estás? - le pregunté por que se oía mucha bulla atrás.
- Estoy con unos amigos de la escuela - dijo al otro lado del teléfono que hicieran un poco de silencio - Cabe decir que no te invité a venir por que sé que dices que no, como siempre que te invitó a ser algo divertido o tan siquiera, a hacer algo. - y al otro lado se escuchaba que decía "aburridaaaaa".
Colgué.
En ese instante me resulto tedioso ser yo y no ser como mi mamá, haciendo locuras y esas cosas. Entonces, salí de la cocina.
- Júppiter, llama a Lily que tus abuelos ya se van y quieren despedirse. - dí un minigrito a Lily y vino a la sala de estar.
Mis abuelos nos dieron calurosos abrazos y nos invitaron a pasar las vacaciones en su casa, según dijeron, el verano en el centro es muy divertido.
Cuando volvimos a entrar papá le pidió a Lily que subiera a su cuarto que tenía que hablar seriamente conmigo.
- Júppiter ya tienes 19 años y no has...
- Papá, volvemos a las charlas de cuando tenía 16 y hoy no es buen día para reprocharme que no tengo una vida muy activa - dije algo molesta interrumpiendo a papá.
- No es eso, hija - dijo respirando hondo - y no has... - se rió algo cansado - tienes razón, si es sobre tu vida, es que recuerdo como era tu mamá y lo que le gustaría que disfrutaras la vida con más gente y haciendo más amigos, saliendo de paseo, haciendo travesuras.
- Papi, te he dicho millones de veces que me basta disfrutar la vida leyendo un libro y escuchando música.
- Es un punto razonable, pero solo no quiero que te arrepientas cuando estés mayor de no haber hecho muchas cosas.
Después de esto subí rápidamente a mi cuarto. Tenía ganas de llorar, quería ser como mamá, extrovertida y despreocupada pero se me era imposible, me había pasado toda mi vida siendo nadie y no tenía como ser alguien extrovertida ahora.
Sonó mi celular, me apure a contestar, era Yess.
- ¿Por que rayos me cuelgas?
- ¿Dónde estás? - pregunté rápidamente.
- En la casa de Derek, ¿por qué? - dijo algo confundida.
Irónicamente le colgué y fui hacia allá.
Derek aunque es amigo desde hace mucho de Yess también estudia en la escuela, así que supuse que tupo de gente estaría allá.
Cuando llegué Yess no se lo creía.
- ¿¡QUÉ ESTÁS HACIENDO TÚ AQUÍ!? - dijo emocionada.
- Las cosas van a cambiar. - le dije esto y entré.
En el momento en el que entré, toda la decisión y ganas de cambiar que tenía, espabilaron y esto no me gustó y menos a quién vi.
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Amor en el Anaquel.
RomanceJúppiter algo tímida y Sam algo sos para hablarle. Los dos vienen de mundos diferentes pero eso no le importa a la vida.