RAÍCES

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Me encuentro entre la frontera que podría definir mi porvenir; si avanzo encontraré la razón de mi existencia, si retrocedo tendré el castigo de mi simple prescencia.

5 años atrás.

Me despierta la alarma del reloj, apenas eran las 6:00 am, lo reprogramó para que vuelva a sonar dentro de 15 minutos, y vuelvo a cerrar los ojos.

Escucho de nuevo la alarma del reloj así que la apago y me levanto, me toco la cara a manera de despertarme totalmente, empiezo ponerme esa horrible falda al igual con ese chaleco que parece de abuelo, me pongo las calcetas finas que se desgarran fácilmente, me acomodo mis zapatos negros, me arreglo mi cabello,voy hacia al baño para lavarme los dientes y al terminar me seco con una toalla, tomo mi desayuno de siempre que es cereal, tomo mi mochila y salgo de mi casa directo a la escuela.

En el camino me encuentro con Astrid una chica de que mide aproximadamente 1.65, tez blanca, y rubia, sus ojos son de color azules, y es mi mejor amiga, ella empieza a contarme que escucho en las noticias que Geniva (un país con gobierno autoritario que había estado tratando de conquistarnos) estaba haciendo tratos muy sospechosos con nuestro presidente.

Al llegar a la escuela nos metimos en nuestro salón y nos sentamos, y esperamos la llegada de nuestro profesor, que era un señor de estatura pequeña,  de piel morena y tenía una barba muy larga, siempre se vestía muy formal,toco el timbre y se demora 15 minutos en entrar a clase, siempre era así, ya sea por que estaba en sala de maestros revisando quien sabe que ó era porque se la pasaba platicando con sus compañeros de trabajo, al entrar hacia lo mismo de siempre; entraba dejaba su mochila en el escritorio y se dirigía a platicar con las chicas mas engreídas, pretenciosas y superficiales, y así se la pasaba todas las clases de ciencias, realmente me irritaba que hiciera eso, mientras tanto Astrid seguía investigando mas información como teorías de lo que posiblemente era lo que hacia nuestro presidente (a ella cuando le interesaba un tema buscaba todo lo referido sobre ese tema, ella es muy culta) y todo lo que buscaba me lo platicaba, es por ello que aveces la admiraba.
Seguimos hací por otras 3 horas.

Tocaron el timbre y era hora del receso, cuando salimos todo se veía normal, Astrid y yo buscamos un lugar con sombra, empecé a platicar de lo tanto que odiaba esa clase, y fue en ese momento cuando todo cambio al escuchar un fuerte estrépito.

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