ABISMO

PÉRDIDA

-¡Noo!,¡no!,¡no! ¿Que hice?¿Que acabó de hacer?...Astrid-

Dos de mis compañeros me tomaron de mis brazos mientras me jalaban hacia atrás.
-Astrid (murmuraba)
-Porque no cierras el pinche hocico-me dijo Michael que me tomaba del brazo derecho.
-Nos van a matar si no te callas-continuo Jean en el brazo izquierdo.

Una vez adentro del salón me arrinconé en una esquina, dónde me senté a llorar. Me culpaba de su muerte, ¡yo era la responsable de que ella ya no estuviera aquí.!

[...]

Habían pasado ya 2 semanas desde aquel incidente, y yo no superaba su muerte, mis padres posiblemente ya estén muertos, nunca había simpatizado con mis compañeros por lo que era muy cerrada con ellos, la única persona que siempre estaba conmigo,ahora esta muerta por mi culpa, mi peor miedo estaba sucediendo; estaba sola en este mundo,ya no tenía nada por que seguir viviendo, mis demonios jugaban con mi mente, ya sólo esperaba la muerte con paciencia.
¿Por que sucedió esto? ¿Por que ellos? ¿Por que aquí? ¿Cual es su verdadero objetivo?

[...]

-Ya superalo como todos nosotros-me decía uno de mis compañeros, pero lo que me dijo, hizo que mi mente se despejara, observe todo el salón no pude creer lo que miré; en mi grupo había un número aproximado de 60 alumnos, de los cuales ya solo quedaban menos de la mitad, ¿Tantos habían muerto?.

Tocaron el timbre, era señal de salir, había estado bloqueada en mi propia mente que no había observado la gran disminución de vidas, y mi grupo no era el único, como el grupo de primero que ya solo eran diez...

-Sanit Hotaru.

Al principio no escuche bien mi nombre de no ser por que todos me miraban y venían aquellos soldado hacia mi, comprendí que ya me tocaba. Me llevaron al centro.
-Vaya así que tu eres la gritona de esa vez o es que ya no te acuerdas, ya no recuerdas como la cabeza de tu amiga salio rodando, hahaha fue tan divertido,espero que se vuelva a repetir-lo dijo con una horrible sonrisa, yo solo lo mire con el ceño fruncido, había esperado tanto para que me eligieran y así poder morir, pero sus asquerosas palabras me daban coraje, hacían que me retractara de morir, quería vengarla a ella y todos lo que habían muerto, quería ¡matarlo! Mi sangre hervía, sentía la adrenalina correr por todo mi cuerpo.

Tomé la espada y también la daga la cual la acomode en mi cintura para que pudiera sacarla en cualquier momento, había observado que para muchos se les dificultaba tomar la espada por el peso, pero para mi estaba ligera, se me hacia fácil manejarla, él tomo también la espada, ambos nos colocamos en posición de ataque.
Mantuve la espada en línea con el centro de mi cuerpo,después fui bajando la punta de la espada hasta que quedara a la altura de las rodillas del mercenario.
Él se mantuvo inmóvil, así que no tuve más opción que correr hacia él, coloque la espada en frente de mi para poder atacarlo,pero el desvío mi golpe con su espada, y con su codo me golpeo la espalda, caí, mi rostro choco contra el suelo, me volteé y mire que me atacaría de espalda por lo que rodee a la dirección contraria del ataque, y me levante, mi espada había caído a 2 metros de distancia, y el mercenario se dirigía hacia mi, era pequeña por lo que esquivar su ataque era fácil, corrí a donde estaba mi espada, la empuñe y me puse en posición de defensa, no podía creer que aun estaba viva, me acerque hacia él, nuestras espadas quedaron juntas,me abalance contra él con todo mi peso, empuje la espada, saque la daga de mi cintura y le inserte la daga en el estómago, él se quedó inmóvil, mire la herida, y la daga estaba un poco salida, algo me hizo seguir encajándole la daga, mis manos estaban manchadas de sangre.

-Vaya...¡al fin tenemos una ganadora!

Escuche lo que había dicho y muchas voces gritaban mi nombre, mi vista no se despegaba de la herida, solté la daga, mire al mercenario y estaba pálido había perdido mucha sangre, y lo único que hizo fue retirarse la daga mientras que su cuerpo se hacia hacía atrás hasta que se desplomo, no podía creer que había ganado, que estaba ¡viva!,no podía mover mi cuerpo, estaba inmóvil, llegaron varios militares uno de ellos me arranco la manga de mi camisa dejando al descubierto mi brazo, llego otro militar con una yerra la cual tenia un símbolo raro y con esa me marcaron, fue muy doloroso, sentía como mi piel se quemaba,pero hizo que me pudiera mover.