Yo me quedo estática y por un momento me olvidé que tenía que insultarlo.
− Hola muñeca, sabías que si sigues corriendo así de rápido lo único que vas a conseguir es estrellarte contra ese estante. - señaló un estante lleno de botellas que yo por distraída ni había notado. Ahí comprendió que las intenciones del chico eran buenas, pero como tozuda que era no le iba dar las gracias.
− Pata la próxima trata de actuar como un violador y así evitas que te golpee. - respiro profundamente y me doy la vuelta dispuesta a conseguir el aliño. Pero él me agarra del brazo y me detiene. - Ahora, ¿Qué quieres?
− Algunas veces es bueno comerse el orgullo y decir gracias eso no te va ser menos rica, princesita. Decir gracias no cuesta. Deberías intentarlo.
− Mph...grazie sir. - le dije haciendo una reverencia. Arriverderci! - salgo trotando del lugar después de haber agarrado el aliño.
Lo malo es que me demoré mucho con Arioht y cuando llegué a la caja el chico que me estaba cuidando el carrito ya se había ido. En su lugar había un chico de unos quince años que me dijo que mi carrito estaba en la caja de al costado. Él desapareció de mi vista cuando una chica pelirroja lo llamó desde el otro pasillo. Yo me había quedado estática en mi lugar. Ellos se parecían mucho a mis hermanos, pero eso era imposible. Estaba en Estados Unidos y ellos no podrían haber llegado ahí. Con un gran nudo a la garganta busque mi carrito. Tuve que formar una nueva cola y esperar. Una hora más tarde llegué al departamento, Hannah estaba viendo televisión y cuando me vio me arrebató las bolsas y se fue a la cocina a terminar de cocinar. Ya cuando eran las nueve cada una se fue a su habitación. Yo me quedé escribiendo un informe sobre mitología griega y después cuando el cielo se despejo permitiendo que la luna llena ilumine mi habitación. Pensando en ellos me quede dormida. Siempre pensando en los tres.
Ya nos encontrábamos en la carretera de camino al orfanato. Dylan y Arioth iban detrás de nosotras en el auto del primero. Hannah se encontraba dormida en los asientos de atrás de mi auto. Faltaban veinte minutos y podríamos llegar. La carretera estaba rodeada por un bosque profundo y oscuro. Los arboles eran pinos muy altos y había mucho musgo alrededor de ellos. Ahí habitaban animales perfectos para cazar. Llegamos al orfanato y nos dirigimos a la recepción. Le explicamos a la señorita nuestro proyecto y gustosa acepto ayudarnos. Fuimos a una sala donde los niños jugaban o hacían tareas. La sala era bien amplia y colorida. Colorida del hecho que todas las paredes estaban marcadas con tiza. Muchos nombres y dibujos decoraban las paredes. En el techo había dibujado una noche estrellada.
− Señorita Green disculpe, pero nos gustaría saber a qué hora los niños van a salir a su recreo. - preguntó Hannah con una sonrisa. Ella tenía una facilidad para hablar con adultos asombrosa. Pero si le ponías a un adolescente hormonal al frente ni si quiera podía decir su nombre. Por ello, yo siempre era la que hacia las presentaciones cuando nos encontrábamos en un lugar repleto de extraños.
− Dentro de una media hora ya van a salir de clases e irán a su recreo. Creo que en ese momento sería una buena oportunidad para que se presenten y busquen a sus candidatos para su proyecto. Lo bueno es que hoy los niños y adolescentes salen juntos. Bueno los dejo aquí esperando yo iré a recepción. Si tienen alguna duda, me avisan. Suerte chicos. - se despidió y se fue.
Nos sentamos en una mesa a esperar a los niños. Nos hundimos en un incómodo silencio. Nadie hablaba y todos parecían sumergidos en sus pensamientos. Yo en particular odiaba estar mucho tiempo sin hablar. Me hacía sentir que las personas no les gustaban estar a mí alrededor. Así que me pare y fui a ver los dibujos de los niños en las paredes. Estaba tan absorta con los dibujos que no noté que los niños ya estaban sentados en las mesas.
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El dolor del olvido
Teen FictionLa novela cuenta lo que siente una persona al olvidar y ser olvidad por alguien especial e importante en sus vidas. La trama narra los sucesos dramáticos de cinco chicos. La experiencia de Megan, vivir una vida sin amor y la búsqueda desesperada por...