Prólogo.

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Un ejercicio que me gusta practicar es el poder de disponer de vez en cuando de unos minutos para detenerme a observar como se mueve la gente en algún lado céntrico de la ciudad. Y puedo pasarme horas mirando el ir y venir de las personas con sus pasos apresurados, siempre con el tiempo a sus espaldas, como una mochila dura y pesada de llevar. La prisa domina el panorama;la aceleración se vuelve rutina, y los rostros dibujan preocupación. Muchos hablan solos, se ríen solos, discuten solos;algunos se apoyan en un árbol y continúan hablando y gesticulando. Los bocinazos y el murmullo se transforman en la música de fondo de la escena. Es ahí donde caigo en la cuenta de que los celulares se han apoderado del consumo de la ciudad, y cada uno en los suyo dibuja su propia hoja de ruta. El apurado y la preocupación dominan la escena; y pienso como se van enfermando las sociedades a merced del consumo.

Hoy, " tenés que estar comunicado y resolver las cosas ¡ya!", y nos perdemos en el tiempo y vivimos tan acelerados con un montón de información superficial, que nos olvidamos de disfrutar de cada instante.

La vida se nos pasa y... quizás nos hemos olvidado de vivirla, de gozarla, de disfrutarla; todo se convierte en una obligación, en una meta que cumplir, nos ahogamos y perdemos la sensibilidad de vivir cada instante, de poder "saborear" cada situación.

Pero, no obstante, podemos vivir mejor si estamos convencidos de ellos. Creo que el primer paso es darnos cuenta de que necesitamos cambiar, mirar las cosas y afrontar cada día con una perspectiva nueva. El segundo paso e inmediato es tomar la decisión de querer cambiar. Si no estoy convencido de que puedo lograrlo, seguramente no lo lograre.

En todos los casos, siempre es cuestión de actitud. Si pienso positivamente, las cosas saldrán como las pienso. Todo depende de las energías que le pongamos a la cuestión; pensando como meta final en cada cosa que hagamos, hallaremos felicidad si nos proponemos primero hacer felices a los demás.

Días atrás, buscando algo que me inspirara para comenzar a escribir esta presentación, me encontré con una bonita reflexión:"La hora mas oscura es justo antes del amanecer". Y de pronto vino a mi mente el titulo de este libro: Lo mejor esta por venir.

Muchas veces nos paralizamos ante una situación adversa o algo que no estaba en nuestros planes, nos desesperamos y todo lo vemos mal, pensamos que estamos a contramarcha del mundo.

Yo creo que, fundamentalmente, primero debemos aceptar la realidad que nos toca. Una vez lei una enseñanza tibetana: " Si el problema tiene solución, ¿para que te preocupas?, y si el problema no tiene solución, ¿para que te preocupas?".

Siempre el tiempo se encarga solo de acomodar las piezas de nuestras vidas. En todo debemos saber esperar, convencidos de que lo mejor esta por venir.

No acumules sufrimiento imaginando lo malo que aun no ha sucedido; deja que el tiempo transcurra. Las crisis por las que a menudo podemos pasar son muchas veces desafíos y oportunidades para seguir creciendo. Las perdidas "de cosas" o " de afectos" son también oportunidades para que valoremos lo " que tenemos" y que muchas veces por "obvio", lo descuidamos.

No dejes que el dolor te enceguezca, nunca estas solo; no te compares solo hacia arriba, mira abajo y entenderás que Dios tiene un proyecto para cada uno de nosotros, y un proyecto especial para vos, solo que a veces las cosas no suceden en el tiempo que deseamos.

Aprende a esperar, pero fundamentalmente con esperanza de que las cosas van a mejorar. Dios quiere lo mejor para cada uno de nosotros. Cuando la esperanza se incorpora en tu ser, toda tu vida cambia, te hace vivir de otra manera, te hace ver el mundo de una forma distinta. La vida realmente es hermosa, no dejes que lo momentáneo empañe lo permanente piensa en lo que tienes y en quienes tienes a tu lado, veras seguramente que la vida te ha favorecido mas de lo que esperabas. En esta vida no estas solo: hasta Dios preciso de dos personas para que tu estés aquí, y es el gran legado que nos ha dado, al saber que para vivir y ser felices necesitamos siempre estar apoyándonos mutuamente, que si la solidaridad y el amor gobierna en nuestras vidas, nuestro camino por esta vida ser mucho, pero mucho más placentero.

Tu decides como quieres afrontar el día de hoy: o te resignas a morir un poco más, pensando que todo esta mal, o te decides vivir un poco más, sabiendo que lo mejor esta por venir.

-FERNANDO PERFETTI


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