Lo mejor está por venir.

Caminamos.

Caminamos, de vez en cuando nos detenemos a mirar el paisaje, lo que dejamos atrás, y recordamos, tendremos ganas de llorar o de reír, extrañamos,añoramos, pero seguimos caminando igual, quizás, con más o menos ganas, olvidando, queriendo o amando; tratamos de no caer en las redes de nuestros pensamientos y hasta a veces queremos borrar vivencias... pero sabemos que es imposible, que la vida y los hechos no son perennes, que no es un casete para borrar, que las cosas pasan por algo, aunque después lo neguemos u queramos deshacer nuestros actos.

Pero creo en mostrarnos tal y como somos, en decir lo que sentimos o lo que creemos sentir, sin la intención de querer herir a nadie, sin la intención de que las cosas sean a nuestra manera, saber que no podemos obligar a nadie a querernos o amarnos, no que solamente podamos mostrar los sentimientos tal cuales son, simples, directos y sin vueltas.

Quizá un día aprenda a vivir bien, tal vez aprenda a comprender el porqué de los sentimientos ajenos y propios; por qué nos enamoramos, olvidamos, y nos volvemos a enamorar; por qué tememos a la soledad si los momentos más importantes de nuestra vida los vivimos corazón adentro sin testigos: cuando estamos en el vientre de nuestra madre, cuando decimos: "Te quiero o te amo", cuando tenemos a nuestros hijos en los brazos por primera vez, cuando morimos... seguramente puede ser que existan testigos ocasionales, pero nadie nunca JAMÁS puede saber qué sentimos por dentro... y estamos solos, y tomamos conciencia de que si en algún momento de nuestra existencia nos detenemos en el camino y moramos un segundo hacia atrás y pensamos que hemos tenido una buena vida, sonreímos y le damos gracias a Dios por estar ahí, y ser quienes somos, y seguimos caminando, rápido, lentamente, a los saltos, esquivando obstáculos, y seguimos caminando.

-Jesús Alejandro Godoy