El arte de no enfermarse.

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Si no se quiere enfermar... hable de sus sentimientos. Las emociones y sentimientos que están escondidos y reprimidos terminan en enfermedades como gastritis, úlcera, dolores lumbares, dolor en la columna.

Con el tiempo la represión de los sentimientos degenera hasta en cáncer. Entonces, vamos a sincerar, confidenciar, compartir nuestra intimidad, nuestros secretos, y nuestros errores.

Si no se quiere enfermar... tome decisiones. La persona indecisa permanece en duda,en la ansiedad, en la angustia.

La indecisión acumula problemas, preocupaciones, agresiones.La historia humana es hecha en decisiones. Para decidir, es preciso saber renunciar, saber perder ventajas y valores para ganar otros. Las personas indecisas son victimas de dolencias nerviosas, gástricas y problemas de la piel.

Si no se quiere enfermar... busque soluciones. Las personas negativas no consiguen soluciones y aumentan los problemas. Prefieren la lamentación, la murmuración y el pesimismo. Es mejor encender un fósforo que lamentar la oscuridad. Una abeja es pequeña, pero produce lo más dulce que existe.

Somos lo que pensamos. El pensamiento negativo genera energía negativa que se transforma en enfermedad.

Si no se quiere enfermar... no viva de apariencias. Quien esconde la realidad, finge y hace poses quiere siempre dar la impresión de estar bien, quiere mostrarse perfecto, bonachón, etc., pero está acumulando toneladas de peso. Una estatua de bronce con pies de barro.

Nada peor para la salud que vivir apariencias y fachadas. Son personas con mucho barniz y poca raíz. Su destino es la farmacia, el hospital, el dolor.

Si no se quiere enfermar... acéptese. El rechazo de si mismo, la ausencia de autoestima, hace que nos volvamos ajenos a nosotros mismos. Ser uno mismo es el núcleo de una vida saludable.

Quienes no se aceptan a si mismos son envidiosos, celosos,imitadores, competitivos, destructivos. Aceptarse, aceptar ser aceptado y aceptar las críticas significa sabiduría, buen sentido y terapia.

Si no se quiere enfermar... confíe. Quien no confía no se comunica, no se abre, no se relaciona, no crea relaciones estables y profundas, no se sabe hacer amistades verdaderas. Sin confianza, no hay relacionamiento. La desconfianza es falta de fe en sí, en los otros y en Dios.

Si no se quiere enfermar... no viva siempre triste. El buen humor, la risa, el reposo y la alegría recuperan la salud y traen larga vida. La persona alegre tiene el don de alegrar el ambiente donde vive.

EL BUEN HUMOR NOS SALVA DE LAS MANOS DEL DOCTOR.

LA ALEGRÍA ES SALUD Y TERAPIA.

Dr. Dráuzio Varella

Lo mejor está por venir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora