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{Narra Iván}

Dios, por fin lo estoy haciendo, la estoy besando, y ella me besa también, es mutuo, eso me encanta. Ha pasado el beso, me sonríe y me mira a los ojos, le ha gustado, esta claro que le ha gustado.

-          Amaia, yo, llevo con ganas de hacer esto desde hace mucho tiempo – susurro mientras miro sus ojos sonriente

-          Y yo quería que lo hicieses- Vale, ahora mismo mi interior está dando saltos de alegría, me encanta ella y su respuesta más aún

Le sonrío y vuelvo a besar sus labios, ella pasa sus brazos alrededor de mi cuello y yo le abrazo la cintura, que pequeñita es, me encanta.

{Narra Amaia}

Me encanta como besa Iván, lo hace tan dulce y tan pasional a la vez, ahora mismo soy feliz, no puedo dejar de sonreír. Estoy como flotando, me siento en una nube…espera, estoy flotando, no tengo los pies en el suelo. Me separo de sus labios y sonrío al ver que me tiene cogida en brazos. Pierdo completamente la cabeza cuando me besa, ni siquiera sabía lo que estaba haciendo, es increíble.

-          Oye Iván, esto solo es un beso o ¿significa algo más? – siento estropear el momentazo pero no quiero hacerme ilusiones para nada, es obvio ¿no?

-          Para mi significa algo más, pero si tu no quieres puede quedarse en esto – Su cara a cambiado, cree que para mi solo es un beso.

-          Para mi también significa más, mucho más de hecho, pero no quiero que corramos, nos conocemos desde hace dos semanas – niega y se ríe

-          No, nos conocemos desde hace 4 meses – vuelve a reírse y me río con él -  Pero llevas razón, yo tampoco quiero correr

-          Entonces ¿cómo lo hacemos? –me encojo de hombros mirándole

-          Pues podemos empezar de rollo, que solo lo sepamos tu y yo, cuanta más gente se entere más complicado va a ser para nosotros, además, Diego está coladito por ti, y no quiero que se entere sin antes prepararle un poco el terreno. – Pongo cara de sorprendida, en realidad, lo estoy bastante

-          ¿Diego? ¿Colado por mí? Venga ya

-          Es verdad, desde el primer día además, y él noto una conexión especial entre nosotros, porque me pregunto que si tu y yo teníamos algo

-          Y ¿crees que podremos ocultarlo?

-          Lo haremos solo el tiempo que podamos, para que no le pille de sopetón al pobre, y nosotros podamos vivir nuestra historia tranquilos – mientras dice esto vuelve a cogerme en brazos y me besa – me encantas

-          Y tú a mi Iván, mucho

Me encanta, de verdad que me encanta y esto del amor en secreto, estoy emocionada, es una tontería pero es lo típico que solo se vive en las películas de amor, y yo iba a empezar a vivirlo en ese mismo instante, con un chico que hacía que me temblaran las rodillas.

-          ¿Entonces te gusto? – Para de besarme para preguntarme si me gusta, parece que no me ha oído antes, río para mis adentros

-          Claro que me gustas, me empastas la bujía –me rio en alto ahora viendo la cara de loco que ha puesto

-          ¿Cómo que te empasto la bujía?

-          Sí, me empastas la bujía, vamos que haces que yo misma deje de funcionar, me partes el eje – vuelvo a reírme y le beso

-          Entonces tu a mi también me empastas la bujía y e partes el eje – me da muchos piquitos, amo que me de piquitos mientras me habla, es súper lindo

Vuelvo a besarle y le abrazo, me siento protegida, es tan lindo sentirse protegida en brazos de el chico que te gusta, para mi es una de las mejores sensaciones que hay en el mundo. Iván consigue que me ilusione, me encanta esto

-          Oye Amaia, ¿vamos a dar una vueltecita? Ahora no llueve y podemos pasear un poco por el centro

-          Ya pero hace frío jo – hago un puchero mirándole y al instante sonrió

-          Mira, bajamos hasta sol paseando y allí te invito a un chocolate en “la menorquina”, ¿te apetece? – está seguro de lo que me dice, y su plan me encanta

-          Ummm chocolatito calentito, me encanta tu plan – me abrazo a él y empezamos a caminar.

Pasear por preciados abrazada a él, si, es una cosa genial, mientras bajamos la calle nos hacemos bromas, incluso me acompaña a los escaparates de las tiendas a que vea la ropa, es un amor. Ahora me abraza por detrás, eso es algo que me vuelve loca, mi mente dice para sí misma, gracias Iván.

Llegamos a “la menorquina”, subimos a sentarnos en una mesa y pedimos dos chocolates, hemos escogido una mesa cerca de la ventana, desde donde se puede ver toda la plaza de sol, es invierno por lo que ya está anocheciendo, y se ve preciosa, llena de gente como siempre, me quedo un poco embobada mirando por la ventana sonriente.

-          ¿Sabes? Mi madre y mi mejor amigo me han hecho un tercer grado esta mañana – me río al oírle y le miro

-          Un tercer grado ¿por qué?

-          Pues mi mejor amigo quería que fuese hoy a jugar al fútbol y le dije que no porque había quedado y me empezó a preguntar, quería saber todo de la persona con la que había quedado, pero no le he dicho nada, que le jodan – se ríe, es hermoso como se ríe, yo también me río, el amigo tiene que estar mosqueado

-          ¿Y tú madre?

-          Esto es mas gracioso aún, una hermana de mi abuelo, que hace por lo menos 4 años que no la veo, nos vio ayer en Moncloa –me río al oírle y se ríe conmigo – lo más gracioso es que llamo a mi madre y le dijo que si tenía novia, que me había visto agarrado de la mano con una chica, y mi madre que se pone muy pesada pues imagínate

-          Me imagino, es como juntar el hambre con las ganas de comer – nos reímos los dos y nos traen los chocolates

Tomamos el chocolate, está delicioso, como todo en este lugar, pero el chocolate en especial, está calentito, que viene muy bien con el frío que hace en la calle y mientras tanto no puedo parar de mirar a Iván, me río a carcajadas y me mira desconcertado.

-          ¿Qué pasa? – mira para todos los lados buscando de que me río, pero es que me río de él, me levanto, me siento en sus piernas y le miro a los ojos

-          Se te ha quedado bigote del chocolate –sonrío y se lo quito a besos, me encanta jugar así, me resulta muy dulce, él sonríe

-          ¿Me prometes algo?

-          ¿El qué? – Sonrío esperando a que responda

-          Que vamos a luchar por que esto salga bien, contra viento y marea si es necesario- Sonrío al escucharle

-          Te lo prometo

-          Pues fírmalo – asiente riéndose un poco

-          ¿Qué lo firme?- ¿Qué quiere decir con eso?

-          Sí, si, que lo firmes – coge una servilleta y saca un bolígrafo de mi carpeta.

Comienza a escribir en la servilleta “Nosotros, Iván y Amaia, prometemos luchar por esto que nos pasa, porque nadie conseguirá que seamos más felices que cuando estamos juntos, porque pase lo que pase nada ni nadie nos va a separar” y justo debajo su firma

-          Te toca – sonríe dándome el boli- Piénsatelo eh, si firmas que sepas que para toda la vida- me río al escucharle y cojo el boli firmando y dándole un beso.

Se guarda la servilleta en la cartera y vuelve a besarme, esto es increíble.

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2013 ⏰

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La lluvia en el cristal te dibujóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora