1. Amanecer

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-¿Que si me creo diferente a los demás? ¡Claro que si! Cada uno de nosotros seres, únicos y especiales, llenos de magnificencia, no suelo considerarme una persona mas allá de lo común, cariñosa, alegre, sin temor a equivocarse, dispuesta a mostrar mis sentimientos cuando sean necesarios y siempre con la mejor intención de aprender algo nuevo en esta bella historia llamada vida, probablemente no sea muy distinto a los demás; Solía ser una persona un tanto distraída, con una capacidad un tanto extraña al momento de fijar mi atención a un tema por demasiado tiempo, desafortunadamente hay situaciones que han invadido mi vida últimamente, un acontecimiento que por mas que anhelara no darle tanta importancia el esta ahí presente en mi día a día, desde el amanecer hasta mi anochecer, con todas las intenciones de permanecer ahí hasta mi ultimo suspiro.

Aun puedo ver claramente aquel día en el que esta aventura comenzó, un día como cualquier otro, que no tenia pinta alguna de ser relevante pero que estaría designado a cambiar el rumbo de mi vida para siempre-

Levantando la mirada en aquella magnifica mañana la cual quedo plasmada en mi memoria para siempre, en ella podía apreciar como desde el horizonte aprecian los primeros rayos del sol, que con uno delicado resplandor me daban los buenos días, un fresco aire y una suave brisa tocaban mi rostro; Mi cuerpo se sentía cansado, estaba herido y lastimado, con un gran dolor en la cabeza que sobresalía de todos los demás y que ha pesar del empeño que ponía para tratar de escuchar algo un molesto zumbido perforaba mi cabeza de lado a lado, eliminando así todas las posibilidades de escuchar algo a mi alrededor. Sin moverme mucho volví a reposar mi cuerpo en el suelo en donde lo único que anhelaba en ese momento era descansar y tratar de aclarar un poco mi mente; Apoyando mi cabeza contra el suelo una vez mas, mis ojos lentamente comenzaban a cerrarse indicándome así que era momento de descansar, a pesar de todo el esfuerzo que ponía para mantenerme despierto, la necesidad de mi cuerpo por reposar termino venciéndome y en el momento menos esperado ya me encontraba totalmente dormido aquella mañana.

Bastantes horas mas tarde:

Tras despertarme después de una larga siesta, mi cuerpo seguía bastante adolorido, pero al menos algo bueno había pasado por fin podía oír algo mas que aquel zumbido, aquel molesto zumbido había disminuido hasta casi desaparecer; Sin energía alguna tumbado en aquel suelo lo único que anhelaba era descansar pero la desesperación generada por la confusión de que es lo que estaba pasando realmente eran mayor a mi cansancio, muy afligido cerré los ojos con una enorme angustia esperando que todo aquello fuera un horrible sueño, sin resultado alguno, y sin mucho esfuerzo cerré mis ojos hasta el punto de casi volver a quedarme dormido, pestañeando un poco con aquella cálida brisa, mi cuerpo poco a poco había quedado inconsciente, hasta que una potente voz hablo a mi lado.

-¡Iván! No puedes rendirte ahora, Tu vida no termina ahora, tu tienes un propósito y que te rindas ahora no es el tuyo. Sigue adelante- Muy desconcentrado en ese momento, levante la mirada hacia ambos lados con la esperanza de ver algo pero todo fue inútil, estaba solo.

Sumamente aturdido decidí elevarme, poniendo mi mirada en alto y tras dar unos cuantos pasos por aquel desierto lugar grite con todas mis fuerzas -¡Hola!¿Alguien puede escucharme? Necesito ayuda, creo que estoy perdido. ¡Necesito que alguien me ayude!.- Después pronunciar aquellas ultimas palabras lo único que llegaba hasta mi. era un profundo silencio, indicando así que me encontraba solo en aquel desolado lugar, el desconsuelo que sentía en ese momento habían sobrepasado cualquier dolor, ¿Quién soy? ¿Y porque estoy aquí? Eran las preguntas que resonaban en mi corazón. A pesar de todo el esfuerzo que hice mi mente no lograba darme recuerdos claros, todo era tan extraño, ¿Cómo era posible que no recordara nada? ¿Qué es lo que había pasado?.

Aquel día ya casi a había terminado, la luna empezaba a levantarse, dejándome saber que era tiempo de que buscara un lugar donde refugiarme pues claramente la noche podría representar un gran problema. Con una gran desolación en mi corazón y con un gran vacío en mi estomago, me refugie en un lugar no muy lejos de la orilla del mar, lugar que me brindaba una sensación de seguridad. Una vista esplendida era la que me acompañaba esa noche, era tan hermosa que se podía admirar casi desde cualquier ángulo que mirase, con un hermoso reflejo de la luna sobre el mar, que probablemente era lo mas hermoso que pude contemplar aquella noche; Era tiempo de descansar y de esperar que algo mejor me ocurriese al día siguiente.

-Podría decir que en mi vida nunca había tenido un día tan extraño como lo fue aquel, un día único el cual solo marco el inicio de una nueva aventura en mi vida. ¿Pero fue realmente ese día el inicio de la mas grande aventura que haya vivido antes? Eso es algo que aun no me queda del todo claro.-

Mas Allá Del Mar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora