6. Comienzo
Hace ya mucho tiempo, empezó a correr nuestro cronómetro. Era invierno, la nieve ya se acumulaba en las ventanas y las aceras parecían enormes almohadones blancos. Estaba en mi habitación, haciendo cualquier cosa en internet cuando sonó el timbre. Salté de la silla y grité-: Yo voy.
Abrí la puerta sin cuidado y ahí estabas, con ese ridículo uniforme de repartidor de correo.
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Cien velas para ti
Teen FictionUn amor siempre nace y arrastra todo consigo. Un amor siempre nace y borra prejuicios. Un amor siempre nace de luces y chispas, de miradas y risas. Un amor siempre nace de complicidad y versos. Un amor siempre nace y, si es bueno, se reproduce, crec...