CAPÍTULO 7

156 14 6
                                    

Escucho mucho alboroto y me ahogo. Me estoy atragantando con algo...¿Qué es? Dios, sacádmelo ya. ¿Nadie aquí ha hecho cursillos de primeros auxilios? Veo gente, alguien tendrá que saberlo. Puedo respirar, no me ahogo, aunque esa es la sensación que tengo. Intento liberarme de esa cosa, me da arcadas.

-Ha despertado. -Oigo la voz de una mujer.

¿Despertado? ¿Yo? Me sacan algo de la garganta. Siento como si estuviese vomitando. Pero no puedo hacerlo, no tengo nada en el estómago... Entonces es cuando me doy cuenta de que sí, he despertado, pues tengo los ojos pegajosos. Intento frotármelos, pero no puedo, me duele la mano. Tengo una aguja clavada. Mi extremo (aunque irónico) miedo a las agujas provocan que intente arrancármela del brazo. Inmediatamente alguien me lo agarra evitando que lo haga.

-Relájate -vuelve a hablar la mujer.

-Que no haga estupideces -esta vez era una voz de hombre. -Voy a llamar al chico que estaba aquí todos estos días.

Entonces todo el revuelo que se podía escuchar en la sala desapareció, estamos solas la mujer y yo.

Efectivamente, he despertado. Estoy viva. Y no sé qué será de mí...

«Enhorabuena, Frances.»

-Gracias -respondí.

-¿Qué? -la enfermera parece sorprendida.

-He dicho gracias...

-No hay de qué, cariño, esto es nuestro trabajo.

La desconcertada ahora era yo... ¿Su trabajo es darme la enhorabuena?

«Soy Kurt.»

Kurt...

Instantáneame me quedo en blanco y de repente miles de recuerdos de asoman a mi cabeza, pero no los puedo ver con claridad... ¡Creí que todo era un sueño! El viaje de mi alma por la ciudad, él contándome su historia, mi madre muriéndose... ¡Oh Dios!

Me echo a llorar. Mi madre se ha ido. La enfermera, que no sabe qué me pasa, tiene la triste idea de ponerme un calmante en la vía. Y yo me quedo dormida...

«Frances, no tengas miedo. Has vuelto a vivir... Ya me gustaría a mí salir de este lugar o dimensión o lo que sea... Vive, aprovecha el momento, Carpe Diem. Aunque no tengas padres tienes a Sean, no lo olvides. Por eso yo te tengo algo de envidia... Yo ya no tengo a nadie... Mis seres queridos sólo pueden ir a llorarme a la tumba, o simplemente dejaron de existir...»

[¡COMENTAD QUÉ OS HA PARECIDO ESTE CAPÍTULO Y SI QUERÉIS QUE SUBA EL SIGUIENTE!]

NOTA DE LA AUTORA: ¡Hola mis amores! ¿Sabéis cuánto siento haber tardado tanto? ¡MUCHO! *Llora*
Como siempre, gracias por leer, y como siempre digo (valga la redundancia) no voy a prometer subir más a menudo... Lo único que puedo prometer es que nunca dejaré la historia (hasta que la acabe, como es lógico, ¿no?)
¡Os quiero más que a mis zapatillas de andar por casa! (Son muy cómodas, ¿vale?)
¡Hasta pronto! (O no, ¡quién sabe!)

In Utero (Kurt Cobain) [Portada de @coverfactory]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora