"Me quitas y te quito" Una gran ley.
Aplica casi siempre. Casi porque habrá algún jodido chismoso boca floja que vaya a contarle a alguien.
Y cuando no, existirá el remordimiento.
Ejemplo:
María: Amá, ¿y mis dulces?
Mamá: Los traía tu hermano hace rato
María: ...hijoeputa...
Mamá: ¿Qué dijiste, mija?
María: Nada mami.
-Un rato más tarde-
Ale: Vieja, ¿y mi cartera?
Mamá: -le da un zape- Más respeto, mendigo escuincle. No sé...
Ale: ¡Pero ahí tenía todos mis ahorros!
María: -Abre la puerta- ¡Ya llegue! ¡Miren lo que me compré! -Saca tres bolsas llenas de dulces surtidos- Gracias Alejandrito por el dinero :D
Ale: ... ¿Qué...? -Le lanzan su cartera- ¡María! ¡Está vacía!
María: Ojo por ojo, carnalito.
Y así, María fue regañada por su mamá a punta de chanclazos. A ella le valió un reverendo cacahuate, como los de la palanqueta que se comió. Mientras, Alejandro se puso en una etapa emo: tres meses guardando el dinero de su almuerzo en vano.
Y bien, si no quieres problemas, mejor pide prestado en vez de agarrar la cosas así.
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¡Mexicanísimo!
AléatoireEn Latinoamérica hay una gran variedad de modismos, actitudes, costumbres y demás cosas que hacen difícil comprendernos. Por eso les traigo este fácil manual: ¡Mexicanísimo! Como entender a un mexicano. -¡Porque sí! ¡Somos cabrones! ¡Ajua! Y si no l...