CAPÍTULO 11: NADIE SE ACUERDA

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***PERDÓN!!! SE QUE HE ESTADO AUSENTE TRES MESES!!! SE LOS VOY A COMPENSAR!!! LO JURO***

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Ya era viernes por la noche, Leah había evitado mucho contacto con la gente, prefería estar aislada, pensando en todo, y por Dios, por nada en el mundo quería cruzarse a Taecyeon, las veces en que se lo iba a cruzar lo evitaba, no podían negar lo que había estado a punto de pasar, pero... seguramente todo había sido fruto del cansancio, ese
casi-beso no significaba nada, o eso se decía Leah a sí misma paraautoconvencerse.
Estaba aburrida, tirada en el suelo, pensando en el día siguiente, el sábado iba a ser su cumpleaños y nadie había hecho el amago de alegrarse por ella, "Seguramente ni se acuerdan, y para colmo me voy a tirar todo el día ensayando" pensó mientras se llevaba las manos a la cara, pero estarse allí sola y pensativa no le hacía ningún bien, dado que empezó a recordar el rostro de Taecyeon cerca del suyo mientras se miraban fijamente a los ojos, y entonces se le hizo un nudo en el estómago que no podía remediar, así que salió a dar una vuelta.
Las calles estaban abarrotadas, era un viernes por la noche, ideal para salir con amigos y parejas, parejas cogidas de la mano, parejas abrazadas, parejas compartiendo bebidas, parejas tomándose fotos... Dios mío, cuantas parejas. Leah siguió paseando, y entonces se paró ante un escaparate de una tienda de ropa, toda era preciosa, para llevarla con gracia, entonces ella se miró en el reflejo de cristal y se dio cuenta de las pintas que llevaba con la coleta dejando varios mechones sueltos, los pantalones de chándal anchos y caídos y la camiseta holgada, nunca le había importado verse femenina o no, pero
quizás eso complicaba las cosas con Taec... Shinichi, con Shinichi, se corrigió a ella misma mientras lo pensaba, él busca una mujer, no un hombre.Llegó de nuevo al apartamento, estaba enfadada, dar esa vuelta no le había servido para despejarse, es más, ahora se sentía peor... siempre que se arreglaba la maquillaban sus amigas, ella era un desastre, así que intentó hacerlo, también podía ser femenina y ahora que iba a debutar como solista aún más, era algo grande para ella, pero su vida ya estaba cambiando e iba a cambiar mucho más cuando fuera artista. Fue al tocador y empezó a pintarse, a arreglarse el pelo, pero nada, le daba la sensación de que parecía un travestido tailandés, no tenía remedio... Se limpió la cara y decidió hacer algo de provecho, aún no dominaba muchos pasos, y no quería montar mucho escándalo, así que subió a la azotea a practicar. Le costaba, y la herida no ayudaba, no le dolía tanto como antes, pero la costra le molestaba y en algunos movimientos le provocaba tirantez, pero lo ignoraba.- Mierda, mierda, mierda – murmuró cuando vio que su camiseta se estaba empezando a llenar se sangre. La herida se había abierto.Leah bajó corriendo para curarse, lo que le faltaba, que se le abriera la herida... Pero mientras bajaba las escaleras otra persona las subía porque también quería ir a la azotea, y chocaron, era Taecyeon... Ahora sólo faltaba que se derrumbara el edificio, peor no podía ir tampoco. Él primero no supo como reaccionar, pero luego vio la sangre y se preocupó, Leah le giraba la cara pero Taec tiró de ella y la llevó hacia su piso, pensaba pedirle las llaves para abrir pero la señora estaba tan nerviosa que se había olvidado cerrar con llave, así que pudo entrar.Sin dirigirse la palabra hizo que se sentara y sacó el botiquín, ella seguía mirando para otro lado, resentida, avergonzada ante la mirada que le echó Taec de desaprobación.- Te has llevado al límite – le dijo serio.- Disculpe usted – dijo después de chasquear la lengua – Si no quieres que los deje en ridículo tendré que ensayar.- No eres una máquina – contestó Taecyeon serio mientras le levantaba el brazo a Leah para poder curar bien la herida de su coso, escocía un poco, pero sus sentidos se centraban en la mano de Taecyeon que estaba sosteniendo el brazo de Leah por la muñeca para que no se moviera, él estaba centrado en la herida, pero pronto empezó a notar la respiración entrecortada y acelerada de Leah, provocando el mismo efecto en él.Tuvo que parar, no podía pensar con claridad, bajó el brazo de ella con suavidad, pero manteniendo su muñeca agarrada. Leah lo miró, con ojos de súplica, jadeante, el giró su mano y elevó la de ella para que sus dedos se entrelazaran, y con la otra mano hizo lo mismo, entonces, lentamente se fue acercando a ella, mirándola a los ojos, y fue conduciendo las manos de Leah hacia él, las soltó y ella con un suave movimiento las apoyó alrededor de su cuello mientras dejaba que el espacio entre ambos fuera cada vez más reducido. Sabía que no debía, pero estaba hipnotizada por sus ojos, por su respiración profunda que cada vez acariciaba sus labios más de cerca, hasta que se quedaron con las frentes pegadas, ambos con la mirada caída, a Leah ya no le importaba la herida, estaba demasiado a gusto abrazando a Taecyeon por el cuello, y él sentía unas ganas inmensas de besarla mientras rodeaba su cintura con las manos.- No... - jadeó ella con voz suave, no quería hacerle eso a Shinichi.- Lo siento – dijo Taecyeon mientras se apartaba de ella lentamente, ya sabía por qué había dado esa respuesta, y eso le frustraba, ese cabrón no merecía el amor de Leah.Leah se levantó mientras Taecyeon la miraba de reojo con la cabeza gacha, entonces ella, caminó por su lado y acarició su hombro con la mano mientras lo miraba con ojos de disculpa, se sentía mal, por él, por Shinichi, por complicar tanto las cosas. Llegó a su habitación y se sentó en la cama sollozando con la cabeza escondida en las rodillas, se sentía como una mierda, no podía de pensar en Taecyeon y le estaba haciendo daño por su egoísmo, ella tenía que odiarlo, no querer besarle... No pudo contener el llanto, hacía demasiado tiempo que retenía esos sentimientos y no podía aguantarlo más. Sin embargo, Leah no sabía que al otro lado de la puerta estaba Taecyeon conteniéndose para no entrar y abrazarla, le partía el corazón oírla llorar, pensaba ponerle remedio.Abrió la puerta poco a poco y ella se dio cuenta de que estaba entrando, así que le dio la espalda para que no la viera llorar, y entre sollozos empezó a secarse las lágrimas.Taecyeon se sentó en la cama, detrás de ella, pero sólo consiguió que Leah bajara la cabeza para que no la viera, incluso se soltó el pelo para que le tapara la cara, pero él se acercó y se lo puso detrás de la oreja, por lo que ella lo miró de reojo y le giró la cara rápidamente, sin embargo Taec no se daba por vencido, giró su cara sosteniéndola por la barbilla muy suavemente, la miró a los ojos con una gran sonrisa y poco a poco se fue acercando a ella, a su boca, sus labios cada vez estaban más cerca, y esta vez no iban a echarse atrás, Leah abrazó el cuello de él lentamente a medida que iban reduciendo el espacio entre ellos.Se quedaron quietos unos segundos, y entonces, Taecyeon dio un suave tirón a la barbilla de Leah para acabar de acercarla y la besó, la besó mientras se aferraba más a ella por la cintura. Sus labios se juntaban y separaban, Leah empezó a acariciarle el pelo, notando como sus cabellos se enredaban entre sus dedos, y él empezó a acariciarle las mejillas con los nudillos mientras la besaba sonriente.- Lo siento – dijo de repente Leah mientras se apartaba y miraba hacia abajo. Taecyeon lo entendió al momento, y dándole un beso en la frente se levantó y le sonrió, supo que sería mejor marcharse."Dios... qué dolor de cabeza..." pensó Leah cuando se despertó, se había pasado toda la noche llorando, era normal, además era su cumpleaños y tenía que pasarse todo el día ensayando. Antes de salir de casa miró el móvil por si alguien había decidido felicitarla para su cumpleaños, pero nada, nadie, nadie la había felicitado, ni siquiera su novio, tampoco sus padres.
Llegó a JYPE y se fue directa a la sala de ensayos, no quería cruzarse con nadie, así evitaría el disgusto cuando sus compañeros más cercanos la vieran y no la felicitaran.
Pasaron las horas y estaba agotada, así que decidió tomarse un descanso. Mientras salía JongJin y DoHyeong entraban.
- Hace rato que estoy ensayando, voy a descansar un rato - les dijo Leah.
- ¡Vale noona! - contestó el pequeño provocando una leve sonrisa en ella.
- ¿No me vas a dar los buenos días? - preguntó JongJin mientras se mordía el labio inferior y la agarraba por la muñeca, evitando que ella pudiera soltarse fácilmente.

I'M YOUR MANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora