VII

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Llegó al aula y se dirigió donde Steven.
Kyle se sentó en la fría silla y colocó su mochila sobre la mesa. Su amigo imitaba sus pasos.

—Qué frío.- bufó.

Steve se encogió de hombros.

Qué se le puede hacer.

Al menos eso entendió Kyle con ese gesto.

Pasaron alrededor de diez minutos hablando sobre el informe, hasta que una presencia obligó a callarlos.

Una cabellera blanca tapada de un gorro de lana, un cuello tapado con una bufanda gris y un traje de este mismo color, unas manos que sostenían un bastón de madera y unos zapatos mojados por el agua se adentraron en el aula, haciendo que todos los alumnos se parasen de su asiento. Era el profesor.

—Buenos días alumnos.- saludó el anciano con su débil voz para luego dar la orden de sentarse.


Las horas pasaban lentas al igual que la nieve cayendo del cielo.
El sol, que tanto había tratado salir de entre esas montañas, fue tapado con unas grises nubes, las cuales no hacían mas que botar y botar nieve.

Era obligatorio salir del aula a la hora de receso, pero con todo este frío y con todo el establecimiento mojado y nevando afuera, se volvía algo opcional el permanecer o no ahí dentro.

El timbre sonó, y aunque la mayoría prefirió quedarse en la sala, una pequeña parte decidió salir, entre ellos, Kyle y Steve.

—Es sólo un poco de agua - decía Steve.

—Sabes que odio el frío.

—Sólo iré a comprar un café, vamos, acompáñame. Te compraré uno si quieres.

Sin decir nada, Kyle salió tras su amigo.

Después de tener el vaso plástico con el  café hirviendo, subieron nuevamente a su sala a esperar el timbre del fin del receso, -el cual no demoró en hacerse presente , para seguir con las clases y en unas horas más terminar con la jornada escolar.


La jornada escolar por fin había concluido. La nieve, ahora acompaña de lluvia, aún no cesaba y no traían paraguas.

Resultó ser un fastidio para ambos mojarse de vez en cuando y caminar por lugares que los tapasen de aquellas gotas que caían con cada vez más fuerza.

—Como ya me invitaste a tomar un café, ahora es mi turno.- propuso Kyle, que de lejos había visualizado la cafetería.

—¿Mañana? - cuestionó su amigo.

—¿Tienes algo qué hacer ahora?

Su amigo negó con su cabeza.


Llegaron al local de letras verdes con esencia a café.
Esta vez las sillas y mesas no se encontraban fuera debido a la lluvia.

Starbucks Coffee [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora