Il suo sguardo (Su mirada)

Noche en Ecuador

Al llegar al aeropuerto de Quito, llamo a Alejandra, a ver si vino a buscarme.

-ale, ¿donde estás ahorita?.
-Lena, estoy llegando al aeropuerto, quédate sentada por ahí, llego en un momento.
-Más te vale, estoy cansada.
-Pues anda reponiendo esas pilas, porque esta noche promete.
-¿Qué?

-Jodida seas Ale- dije mientras veía el teléfono, me había cortado la llamada.

Luego de esperar al rededor de 20 minutos, que me parecieron horas, por fin llegó Alejandra.

- ¿te mato o te mato?- Dije cuando la tuve cerca.
-Todavía soy muy joven para morir Helena, no hagas eso- soltó dramáticamente.
Reí - No te soporto mujer. ¿Que era eso de que de esta noche promete Alejandra?- pregunté.
Soltó una risotada -Ya te explicaré Lena, qué impaciente eres- dijo con picardía en los ojos.

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Al llegar al hotel donde nos hospedábamos, lo primero que hice fue lanzarme en la cama.

-Mi habitación es la del al lado- dijo Alejandra.- Descansa un rato esta noche haremos un poco de turismo- soltó mientras abría la puerta para salir.

Me compuse inmediatamente en mi cama.

-¿A donde piensas llevarme?- pregunté.

Al no obtener ninguna respuesta de su parte, recurrí a medidas más extremas.

-Si no me dices a donde me llevarás. Te juro que me voy a echar una dormida que ni aunque tumbes la puerta me levantaré.- sentencié

Ale resopló- Esta bien, en mis semanas acá conocí un bar de ambiente, que te va a encantar.

La miré con fastidio.

-¿Enserio ese era todo tu misterio?- Dije.

-Y un interesante grupo de chicas que te va a fascinar- soltó con picardía.

-Tu nivel de lesbianés-putera no tiene límites- dije mientras me reía.

-Son amigas que te sucede, aunque una que otra, son bastante amistosas- soltó

Volví a reírme.

-Me convenciste, así que, fuera fuera, necesito descansar un rato- dije corriéndola de la habitación.

Para cuando ale dejó mi habitación, me quité toda la ropa, quedándome solo en panti. Me acomodé entre mis edredones y dejé que morfeo viniera por mi.

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Para cuando Alejandra empezó a tocar a mi puerta, estaba casi lista.

-¿Que te parece?- Dije mientras le abría la puerta de mi habitación.

Ale me miró de arriba hacia abajo. Me había colocado un vestido rojo ceñido al cuerpo, era totalmente cerrado en la parte de arriba, sin embargo era corto, dejando bastante expuesta a mis piernas, el vestido tenia un pequeño corte en unos de los lados de las piernas, siendo un poco mas arriba que el otro lado, como amante de los botines, usé unos negros altos.

-Vas a romper corazones a la disco mujer- Dijo.

-Romperemos corazones amiga- Dije riendo.

Alejandra odiaba los vestidos, por lo que se había puesto un leggi negro que se adaptaba totalmente a sus curvas, un pequeño top negro debajo de una camisa transparente blanca. y unos hermoso tacones negros.

-Solo nos falta un poco de color en esa cara, y estamos listas.

Para cuando se hicieron las 10:00 ya estábamos entrando a la disco. Ale concentrada en su teléfono comunicándose con las chicas que esa noche nos íbamos a encontrar.

El lugar empezaba a gustarme, sonaba summer de Calvin Harris, estaba oscuro el lugar, rodeado de luces parpadeando. Ale me tomó por el brazo llevándome hacia la barra. Para cuando llegamos, se soltó de mi y abrazó a una chica que tenia delante de ella.

-Andrea- dijo al mismo tiempo que le plantaba un beso en la mejilla.

La chica se volteó a verla y le devolvió el abrazo.

- Mucho gusto, tu debes ser Helena- Dijo la chica

-Si, la misma-

-Soy Andrea, Ale nos ha hablado de ti.- Dijo mientras caminaba dentro de la disco.

Nos encaminamos hacia el final de la disco, en donde nos paramos había un grupo de chicas reunidas.

-Ya me traje a las Venezolanas - Decía Andrea - Ya conocen a Ale, ella es Helena, acaba de llegar hoy-.

Todas se fueron presentando, habían chicas realmente bonitas en este circulo, eran al rededor de 6 chicas, sin contarnos.

-A ver quien va a ser mi pareja de esta noche para bailar- Dije en forma de broma.

-Yo me ofrezco- dijo una que estaba sentada.

Me dí la vuelta y la vi, esos ojos hacían que te fijaras en su mirada, y no voltearas a ver a ningún otro lado. Me intimidaban un poco, bajé la mirada hacia su escote, y trague seco. Si, definitivamente, Ecuador me iba a gustar.

-Y yo estoy super contenta que te hayas ofrecido, vamos a bailar- le dije mientras la tomaba de la mano.

Ella denotaba inocencia, y al mismo tiempo erotismo, alejé ese pensamiento rápidamente. Podría jurar que la vi sonrojarse cuando la tomé de la mano. Para cuando llegamos a la pista empezó a sonar Come on to me de Major lazer feat Sean Paul, me puse en frente de ella a una distancia prudente, empecé a bailar, al comienzo la vi reacia a querer moverse, estaba un poco apenada, se reía viéndome, me puse de espalda a ella, y empece a acercarme mas, movía mis caderas, hasta que empece a sentirla moverse al mismo ritmo que yo, puso sus manos en mi cintura, amaba cuando la música se ponía lenta la podía sentir cuando se pegaba a mi. Ahora era ella la que se puso de espalda hacia mi, ya estaba perdiendo el miedo, y eso me gustaba, coloqué mis manos en su cintura mientras ella se movía, para cuando se volvió a poner de frente, verla un poco sudada mirándome con esos ojos coquetos, bajé la mirada a su escote y tragué en seco, inmediatamente la subí. Ya había terminado la canción la tomé de la mano y nos fuimos a donde estaban todas las demás chicas.

-Ya tengo a mi guía turística mientras esté en Ecuador- Dije para todas mientras tomaba la mano de Isa.

-Y yo estoy muy contenta de que así sea- Soltó.

La noche pasó desigual, todas bromeando y bailando. No se si ella se percataba, pero Isa y yo no nos habíamos despegado en toda la noche, nos tomábamos de la mano, bailábamos juntas, nos coqueteábamos. Para mi mala suerte, la noche pasó muy rápido, la disco estaba por cerrar, todas nos dirigimos a la salida.

-Chao chicas- Dije a todas. me acerqué a Isabella, cerca de su oído y solté - Buonanotte la mia bella ragazza (buenas noches mi bella chica)-. y le planté un beso en la mejilla.