Soliloquio, soledad y/o libertad.

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Poco más puede hacer el jazz. Te necesito realmente.
He leído un montón de poemas míos ya antiquísimos, y todos son mierda. No te mentiré. Escribo todos los días, pero sigue siendo todo insoportablemente malo. La cabeza me estalla. De vez en cuando me surgen ideas, pero estos se disipan mientras intento conseguir algo donde anotar. O la escribo y ya no me gusta. Es así.
Te cuento, además, que por aquí el frío está en su apogeo; a Salamanca le encanta el invierno. Ya no te digo sobre el verano, hace tres años que no sé qué es estar entre calorcito.
Sabes, la gente suele quejarse y mucho últimamente. De acuerdo, no soy la excepción. Heme aquí, uno de los primeros en la fila, bordeando las columnas y codeándome con sofistas ciegos, pedantes, orgullosos. La gente de hoy, ya sabes... Sí, lo sabes.

Estaba pensando hoy que existe un error de atribución a la verdad en cuanto a las personas que suelen dirigirse a sí mismos o hacía sus receptores con una convicción total de sus argumentos, sugerencias o consejos predilectos. Lo que ocurre, te diré, desde mi punto de vista, es que los susodichos suelen confundir o poner sobre la mesa determinados aspectos subjetivos, trasladados a través de comentarios, como si fueran objetivos, y también sucede al revés, que no sé si es peor, cuando entremeten una idea objetiva y la dan por hecho como subjetiva, y digo peor, porque esta última reside, de cierto modo, en una ignorancia o arrogancia, que aunque no es lo mismo, cuando se refunfuña la terquedad, nada se puede asemejar más.

Buenas noches. Y lo siento si a veces te aburro con mis escritos... Créeme que desde mi manera de ser, no es si no otra cosa más que decir Te quiero.

PENSAMIENTOS, POESÍA Y BLA BLA BLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora