Otoya estaba totalmente confundido, no sabia ni como ni cuando había llegado a ese lugar. Solo sabia que si seguía allí un minuto mas, seguramente moriría de pánico.
Ni siquiera sabia donde estaba, pero aun así, siguió caminando. No había nadie en aquellos pasillos, cosa que lo incomodaba, parecía un lugar sacado de una película de terror.
El pelirrojo continuó con su lento caminar hasta llegar al final de dicho pasillo. Había una puerta detrás de ella se escuchaba un horrible grito de sufrimiento, pero sin pensárselo mucho, entró.
Detrás de la puerta se encontraba algo que a Otoya lo dejo sin palabra alguna, el dueño de aquel escandaloso chillido, una criatura pálida y sin ojos que se arrastraba hacías donde estaba él. Se preocupó aun mas cuando la criatura se puso de pie y empezaba a correr como un animal.
Otoya pensó que era su fin, hasta que un hermoso joven de tez pálida y cabello oscuro apareció, acabando con la criatura usando una lanza.
Otoya: Gracias pos salvarme, no sabes lo agradecido que estoy, yo voy...
Tokiya: Quien ser tu? Yo ser Tokiya.
Otoya: ...me llamo Otoya...
Tokiya: Otoya...venir conmigo
Otoya: Porque hablas así? Acaso no te enseñaron a conjugar en La escuela?
Tokiya: Venir!!!
Otoya: Ya, ya, esta bien.
Juntos se fueron hacia otro lugar, donde los demás habitantes los estaban esperando con muchos aplausos por haber vuelto con vida.
Pero toda esta felicidad se desvaneció cuando y todos empezaron a correr gracias a la presciencia del aterrador Cracken.
Otoya: Pero que mier...
Tokiya: Aaaaaah
Tokiya se abalanzó sobre la bestia y trato de clavarle su lanza, pero aparentemente esta no parecía sufrir daño.
Tokiya: Otoya...ayudar!!!
Otoya: Oh...miércoles...ah que hago?! Que hago?!
Tokiya: Darme...arma mística!!
Otoya: Que arma?
Tokiya: Estar en mochila.
Cuando Otoya recordó lo que traía dentro de la mochila que venia cargando desde el comienzo. La abrió rápidamente.
Otoya: Pero aquí solo esta mi almuerzo.
Tokiya: Darmelo...
Otoya: ....
Otoya saco el arma mística que resulto ser...un taco. Otoya se lo lanzo a lo que Tokiya se lo metió en la boca al Cracken.
El enorme mounstro simplemente se hincho y estalló embarrando a todos de una substancia babosa. A nadie pareció importarle ya que estaba llenos de alegría.
Tokiya: Otoya, tu ser salvador nuestro.
Otoya: Que?! Yo no...yo no hice nada
De repente un habitante se acercó a Otoya y le dijo unas palabras.
Habitante: Axilio gui jaue Cracken, vyer rekumpesa
Otoya: ...que?
Tokiya: Decir que tu merecer recompensa, tu deber casar con rey
Otoya: Casarme?! Quien es el rey?
Tokiya: Mi
Otoya: ...Desde hoy...dejo las drogas!
