Capítulo 1

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Bueno os comenzaré contando mi historia desde el principio para que entendáis la situación que vivo, el motivo de mi extraña forma de ser, mi mal temperamento y porqué a veces desconecto totalmente del mundo que me rodea.


Lo que me pasó, por muy pequeña que fuese, me dejó muy afectada, con tan solo cuatro años me quedé huérfana de madre, un cáncer se la llevó, por aquel entonces la medicina no estaba tan desarrollada como lo está hoy en día y la enfermedad no tardó mucho en consumirla, fue entonces cuando me abandonó la mujer de la que estaría enamorada toda mi vida, mi madre, la que me crió con amor en su vientre durante nueve meses y durante los primeros años de mi existencia, sin la cual mi vida se haría sentir invisible ante los ojos de mucha gente, por este motivo mi hermana pequeña de dos años y yo comenzamos a vivir con nuestro padre, el cual se había divorciado de mi madre hacía seis meses debido a constantes discusiones por temas tanto de dinero como de trabajo, nosotras dos al ser tan pequeñas no comprendíamos porqué los adultos discutían tanto, pero al llegar a casa de mi padre, pasados unos meses nos dimos cuenta que siempre nos recogía muy tarde de la guardería y el colegio, esas esperas para nosotras se hacían eternas, alguna que otra vez se hacía de noche y ahí seguíamos esperando, por suerte las profesoras nunca nos abandonaban y siempre esperaban a que viniese alguien a recogernos. Un día vinieron unos señores muy raros a nuestra casa, decían que venían a por nosotras y que nos teníamos que ir a vivir a un centro de acogida debido a los problemas de alcoholismo de mi padre, decían que eran de asuntos sociales.

Ah, por cierto, se me olvidaba, cuando aún mis padres estaban juntos, vivíamos los cuatro juntos en una casa de Londres, al divorciarse mi padre volvió a su lugar de origen, a París, donde había nacido y vivido hasta que comenzó a trabajar a los veinticuatro años en un banco de Londres tras acabar sus estudios universitarios y conocer a mi madre, se casaron y comenzaron a vivir su vida juntos, unos años más tarde me tuvieron a mí, creo que ahí comenzaron a agravarse sus problemas debido a que mi madre no trabajaba y mi padre no ganaba demasiado en el trabajo debido que aún no tenía mucha experiencia en el sector bancario, siempre andaban justos de dinero por lo que sé, por lo que he estado investigando últimamente, pese a todo no sé qué les llevó a tener a mi hermana dos años más tarde, a mi hermana Nataly, en ese momento los problemas de dinero incrementaron aún más, por lo que las discusiones entre ellos iban en aumento, cada vez eran mayores y más frecuentes hasta que un día mi madre no aguantó más y le pidió el divorcio a mi padre, menos mal que nosotras en ese momento no estábamos presentes, aunque tampoco creo que nos diésemos cuenta de lo que realmente pasaba debido a nuestra corta edad, por lo que ahora sé fue una discusión muy fuerte que seguramente nos habría hecho mucho daño en el futuro y nos habría dejado un tanto traumatizadas, con esto no digo que Nat y yo no lo estemos porque la muerte de mi madre cuando éramos tan pequeñas nos dejó bastante tocadas, es cierto que cada una lo lleva ahora de una manera, ella es más abierta y yo me encerré bastante en mi misma y al resto del mundo, tal vez porque entendía un poco más lo que había pasado, hasta tal punto que cuando alguien tenía que ir al hospital o yo me ponía mala, pensaba que me iba a pasar como a mi madre y me iba a morir, por suerte cuando he ido creciendo he ido tomando consciencia y sé que un constipado no me va a hacer nada, cosa que de pequeña pensaba que sí pasaría.

Cuando ya llevaba unos meses viviendo en el centro de acogida vino una niña que se había quedado huérfana tanto de madre como de padre y se acercó a hablar conmigo, era Amelie, desde entonces siempre ha sido mi mejor amiga y nunca me ha dejado sola en los momentos difíciles, ella es todo lo que puedo entender por una gran amiga, mi único apoyo a parte de mi hermana Nat.

Llevábamos dos años viviendo en el centro de acogida cuando nos avisaron de que nuestra tía Lucy se había enterado de que estábamos ahí viviendo y había pedido nuestra custodia para que fuésemos a vivir con ella, yo si soy sincera no sabía ni quien era porque ella había vivido en París desde siempre y debido a los problemas de dinero que teníamos en la familia no habíamos tenido oportunidad de viajar para conocerla ni a ella y ni al resto de la familia de mi padre, ese mismo día nos fuimos a vivir con ella, por lo que me tuve que separar de mi mejor amiga, con la que por cierto, sigo llevándome de maravilla y nos vemos muy a menudo, por suerte no hemos perdido el contacto desde entonces. La conversación que Amelie y yo tuvimos en ese momento la sigo guardando en mi mente, ya que fue un momento muy emotivo y a la vez triste para ambas...

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Si has llegado hasta aquí, me encantaría que me dieses tu más sincera opinión, gracias ❤

La soledad de mi compañiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora