Capitulo dos

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Desde aquella noche he dormido en su cuarto. Su calor me tranquilizaba y necesitaba de un consuelo. Era extraño, que justamente él, me tratara de esta manera. Normalmente siempre discutíamos, o nos hacíamos bromas... pero todo se fue a Chengdu cuando todo comenzó.

Todas la noches me aferraba a la idea que Calum había puesto en mí mente. Mamá y papá dijeron amarse para siempre y sé que será así... todo lo que estaba sucediendo eran percances de parejas... cosas que tienen solución, ¿O no?

Mis amigas siempre me dicen que soy tonta, que solo me aferro a un sueño; que simplemente miro cómo los muros caen, pero no actuó para salvarme. ¿Y ellas tienen la osadía de llamarse mis amigas? Sus palabras duelen más qué las que, últimamente, se convirtieron en rutina. 

Me encuentro sola, decaída... y sin nadie a quién recurrir por miedo al rechazo. Frustración, desesperación... se apoderan de mí mente; quiero que todo sea como antes, pero simplemente los tiempos en el que era feliz, pero aquellos recuerdos son como cristales rotos si los veo desde el presente.

— ¿Qué sucede, hermanita?—esta vez, había sido mi hermano el que había entrado. Sentía sus pasos viniendo hacía mí, pero no me dí vuelta. Me encontraba anonada con lo qué había encontrado al llegar del instituto. En mis manos yacían aquellos papeles de divorcio que tanto temía ver. No he salido de mí habitación desde entonces, ni siquiera para ir con mí hermano— ¿De dónde sacaste eso Antara?—sentenció enfadado, pero preocupado.

— Estaban sobre la mesa...—conteste apenas audible—; mamá no se encontraba en casa... —trague saliva— ya es definitivo, Calum, ellos...

— No—se interpuso antes de que pudiera hablar, para acto seguido arrebatarme los papeles de la mano, provocando que me diera vuelta—, estos papeles son puras mentiras—destrozándolos—; su amor no terminará, pequeña traviesa.

— Calum...

— Calum nada. Te prometo qué mamá y papá están bien... solo son problemas que tienen, eso es todo, ¿Entendiste?—lo mire confundida— Tienes quince años, no seas tonta, ¿Realmente crees estas mentiras? La vida es demasiado corta para preocuparse por problemas que son simplemente una ficción en tu mente, no existen.

— Pero...

— Nada—sentándose a mí lado—, ahora iremos a dormir, ¿Quedo claro solcito?—mis ojos se abrieron de golpe.

— ¿Sol-solcito?—dije sorprendida— ¿Y eso a qué viene?

—  Que sin ti mis días serían oscuros, ¿Qué no lo ves? Eres mi luz, la razón de mis sonrisas y la persona que más orgullo me hace sentir ¿Si? No pasara nada, te lo prometo, pequeña.


[Editado]


Broken Home ; cthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora