Sides · NamGi · [yaoi]

Prólogo

La lluvia caía sobre Daegu, aprisionando a la gente en sus hogares. Para algunos una oportunidad de regocijo junto a los suyos, para otros solo frustración.
YoonGi estaba sentado frente a la mesa, se encontraba escribiendo en una libreta.

—Mierda otra vez ésta lluvia, a este paso jamás podré vender todo lo que me falta ㅡ Hoseok reclamaba desde la ventana, observando a través de ella y esperando a que la lluvia cesara. TaeHyung estaba acostado en el sofá, ya casi dormido, el aburrimiento le ganó y prefirió descansar.

—Oye Hoseok, ven a escuchar esto, dime que tal está ㅡ le pidió Yoongi desde su lugar.
" Si amar esta cultura es
un pecado,
moriré mas de cien veces".
—Woah, qué mierda haces para que suene tan bien ㅡle felicitó moviendo la cabeza para marcar el ritmo.
—¿Crees que esté bien?, firmé con un sello ayer ㅡ confesó con una sonrisa en el rostro.

Al fin la vida parecía sonreirle, ya la gente se identificaba con su música. Desde hace ya un tiempo había comenzado a mostrarle al mundo su talento, el cual fue muy bien recibido desde el primer momento que tomó un micrófono arriba de un escenario... Por más pequeño que fuese, desde entonces nadie lo ha parado.

Entró de golpe al pequeño departamento en que vivían, todo se movió luego del portazo que dio Jimin para cerrar la puerta, quedándose espaldas a ella, estupefacto. ㅡ Redada ㅡ dijo el joven sosteniendo la puerta en un intento de impedir el paso a través de ella.

—¿Qué?, mierda cómo no avisas antes ㅡ le regañó HoSeok quien comenzaba a alterarse.
—Esconde todo, están en la primera planta, aún hay tiempo. ㅡ acotó Jimin en un intento de calmar la situación.

"Esto me pasa por tener a éstos de amigos... pero amigos al fin y al cabo" pensó Yoongi mientras escondía paquetes de cocaina detrás del inodoro. —¿De quién se trata? ㅡpreguntó YoonGi sacando un sobre bastante gordo.

—¡Hey!, no toques eso es mío ㅡ reclamó HoSeok viendo que su amigo tomaba aquella pertenencia.

En ese momento la puerta se abrió, habían forzado la cerradura. El oficial entró junto a los demás policías, los rostros que habitaban el lugar ya le eran conocidos.
YoonGi levantó las manos al ver tanto crío policial. TaeHyung despegó los ojos de a poco, su vista aún estaba nublada pero cuando logró ver se dio cuenta de que otra vez eran esos tíos. ㅡ ¿Qué mierda hice ahora? ㅡpreguntó el joven aún somnoliento.

El oficial caminó hasta donde estaban los mas "lucidos". —No les molestara que echemos un ojo... ¿o si? ㅡ sin dar oportunidad alguna de responder, se abrió paso entre ellos y se dirigió a las habitaciones ㅡ Den vuelta todo... —.

YoonGi le dio el sobre a HoSeok, con la mirada dijo todo, no era primera vez que pasaba esto. HoSeok siguió al oficial para luego apoyarse en el marco de la puerta de la habitación en que estaba éste. ㅡ Oye... no hagamos esto mas complicado, ten... ㅡ estiró su brazo con el sobre, aquél hombre entendió de inmediato de que se trataba, soborno. Tomó el sobre y le echó una mirada, era una buena cantidad, quizás hacía vista gorda por esta vez. Aceptó el dinero sin decir ninguna palabra, salió de la habitación volviendo a la entrada,  dándole una ultima mirada a YoonGi. ㅡVaya..., al parecer el raperito también está metido en trabajos sucios — le dijo con una burlona sonrisa para después irse sin más del pequeño departamento que compartían los jóvenes. YoonGi no respondió, sólo lo miró.

—Próxima vez que pase esto... ¡cagamos! ㅡ gritó HoSeok desesperado. ㅡ He perdido toda la lana, ¿Con qué le pagaré al jefe?ㅡ el joven ya veía su muerte, acribillado por los matones de el líder de su distrito al cual le trabajaba vendiendo drogas. Se sentó en el sofá apoyando sus codos en las rodillas, mientras entrelazaba sus dedos.
—No creo que eso sea problema..., ¿Cuánto era? ㅡ TaeHyung se sentó al lado de su amigo para de pronto sacar de su bolsillo un fajo de billetes.
—¿De dónde carajos sacaste todo ese dinero? ㅡ observando el dinero hipnotizado HoSeok lo tomó con ambas manos.
—El otro día salí... y llegué con esto en los pantalones ㅡ Respondió inocentemente TaeHyung.
Lo miró asombrado, de por sí TaeHyung era despistado así que ese dinero pudo haber salido de cualquier parte, prefería no saberlo. —Ugh... Déjalo así, no me des más detalles por favor — acotó el chico de cabellos castaños que comenzaba a contar los billetes.

Jimin miraba a sus amigos nervioso, trataba de ocultar algo y es que era su estado. Necesitaba un toque, ya estaba temblando de tanto aguantarse. — Oye Hobie... ㅡesperó un poco antes de continuar ㅡNo te queda un poco de... ㅡ Jimin no terminó siquiera de acabar su oración y el mismo "Hobie" le interrumpió.
—Ya te dije que no hay nada mas para ti, empieza a regular tu adicción huevón ㅡ prácticamente HoSeok le escupió esas palabras, era su amigo y quería impedir que Jimin siguiera en ese estado... pudriéndose.

—¿Es qué no entiendes? ¿Crees que es así de fácil? ㅡgritó un Jimin totalmente alterado ㅡ Si no me la das tú puedo conseguirla en otro lado ㅡ. Se marchó de ahí dando un portazo.

TaeHyung se acercó a la ventana mirando hacia la calle vio como su amigo se perdía en la distancia. ㅡ Éste tío está mal...ㅡ agitó su cabeza en un gesto negativo.

YoonGi volvió a mirar su libreta pero esta vez con nostalgia y es que era que sus canciones hablaban de eso, de lo que vivía y sucedía en su entorno. Era cosa de mirar por la ventana y ver chicas livianas de ropa ofreciéndose por un par de billetes... o a tipos escondidos en una obscura esquina traficando drogas, sin mencionar los balazos que se hacían escuchar cada noche cuando llegaba "la mercancía" y si es que no eran producto a una balacera. Estaba harto pero no podía salir de ahí, era como quitar una parte de él o mas bien quitarle una parte a su gente ya que él cantaba eso, se había convertido en vocero de los suyos, no podía abandonarlo.

Todos los días desde ya hace una semana iba a un pub, de esos que puedes servirte un trago y escuchar buena música de artistas poco conocidos, underground. Y es que había conocido a un buen exponente que había llamado toda su atención, sólo sabía dos cosas sobre él, la primera era que le decían Rap Monster y la segunda que pertenecía al distrito Norte de Daegu, lo supo cuando vio lo que parecían sus guarda espaldas pero en realidad eran amigos de él, los cuales llevaban tatuajes que identificaban a su bando, el Northside. ¿Hablarle? claro que no, con esos tipos a su lado ni pensarlo, son capaces de llenarle de plomo a la primera palabra que le dirigiera. Algo le hacia sentir que cuando estaba en el público le cantaba precisamente a él, o es qué la letra de sus canciones realmente le llegaban. Sentía una extraña conexión, realmente necesitaba saber más, quería saciar esa extraña atracción hacía aquél muchacho... "atracción" que no dejaba de confundirlo en cierta manera.

"Con qué Rap Monster... quiero saber más sobre él".

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