C u a t r o.

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-Hola, Violet, puedes pasar.- El Dr. Allen estaba en el umbral de la puerta, invitándome a entrar.

Me levanté de la silla aturdida. ¿Qué diablos hacía él aquí?

Entonces la peor de las respuestas se me pasó por la cabeza.

Había ido a contarle todo al Dr. Allen.
Ya lo sabía, me miraba inquisitivamente, llamaría al hospital psiquiátrico de Nightingale y llegarían por mí en lo que él intentaba disimular todo el acto contándome sobre su último viaje al Caribe.

Pero entonces pensé de una manera más lógica.

Harry no tenía como saber que venía aquí y no le importaba mi vida como para seguirme hasta donde mi doctor y contarle lo que sucedió hace ya tiempo. Entonces, solo había una opción posible.

También era paciente del Dr. Allen.

Tomé asiento en una de las sillas cómodas verdes que ahora se encontraba tibia por el contacto con el cuerpo del chico de mi escuela.

-Bueno, adelante.-dijo el tipo encorvado frente a mí.

Este era el momento en el que contaba cómo se desarrolló mi semana.

-Fui de compras el sábado a Oxford.-dije encogiéndome de hombros y recordando lo más "excepcional" que me sucedió en los últimos días.

Pasamos hablando el resto de la hora sobre mis habilidades sociales.
Bueno, yo hablaba y él escuchaba.
Recordé a Harry y su extraña "sonrisa", pero no lo mencioné, ni a él ni a mi amigable tristeza que me acompañó por casi todo el fin de semana.

...

-Para este semestre, trabajarán en un proyecto interesante que descubrí en internet y planeo experimentar con ustedes, mis alumnos preferidos de Arrowsmith High.- El profesor de física, el Sr. Nolan, caminaba por todos lados del salón de clases mientras sus palabras rebotaban en las paredes. Hablaba fuerte y tenía una voz con un acento gracioso. -Decidí que construirán un auto con paneles solares.- dijo mientras Amy me miraba con emoción y yo hago una mueca de asco, ella ríe.

Nunca, jamás, he sido buena para las matemáticas, Amy en cambio, se la llevaba de maravilla con los. cálculos y este tipo de experimentos la emocionaban hasta los huesos.
A mi solo me parecían grises y aburridos, conectar cables, desconectar, cortar, bla bla bla.

-Tendrá un alto porcentaje, así que procuren sacar una buena nota, tienen dos meses y medio.-concluyó el Sr. Nolan.

Cuando saqué mi teléfono para mirar la hora, la campana sonó anunciando la hora del almuerzo.

Nos hicimos al final de la fila mientras la cafetería se iba llenando de "animales hambrientos".
El tablero de tiza al comienzo de la fila indicaba que hoy había sándwiches, solo esperaba que no estuvieran pasados.

Sentía una necesidad enfermiza de contarle a Amy lo que había sucedido ayer, pero me asustaba que alguien me escuchaba.
No quería andar por ahí hablando sobre un tipo que no conozco como una de las cabeza huecas que viven de los chismes ajenos.

Tomé una bandeja y la fui llenando al paso de todos los demás, salimos de la fila y cuando nos sentamos comencé a hablar.

-Amy.- dije mientras ella mordía una manzana deliberadamente.

-¿Mhm?- respondió mientras la examinaba sin razón aparente y masticaba con desconfianza. Era lógico pensar que aquí todo estaba pasado.

-Ayer sucedió algo extraño. Ven, acércate y promete que no le dirás a nadie.-solté y sus ojos me miraron interesados tras sus lentes de marco grueso, se inclinó un poco sobre la mesa.

Old Canvas. [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora