En la otra parte de la ciudad tenemos a Raul un chico de 1,79 de altura, delgado y muy deportista. La verdad era un chico que tenía muy mala suerte, pero aquel día la mala suerte le jugaría una muy mala pasada.
Se levantó con la suave voz de su madre.
-Cariño levanta, al final un día vas a llegar tarde, te espero en la cocina-
Se levantó se vistió se puso sus convers azules, su sudadera de Gap y unos vaqueros azul marino.
Fue a la cocina, tomo su desayuno normal, un zumo, un vaso de leche y una galletas. Aquel día se fue al instituto más temprano de lo normal, tenía claro que quería que ese día saliera todo bien, había quedado con su novia a las 5 y tenía un examen, asique llego temprano a su clase y se puso a repasar.
Llego el profesor le entrego el examen y lo respondió todo, por el momento todo iba sobre ruedas, hasta que llego el recreo;
En el recreo se le acercaron dos chavales, y estos se pusieron a enfadar a Raul, le dijeron que su novia lo engañaba, que había suspendido... empezó una pelea entre los 3 chavales. En medio de la pelea apareció la novia de Raul, Claudia que cuando vio que estaba peleando, se acercó a Raul y le dijo tenemos que hablar.
-¿Qué pasa cariño?- pregunto Raul.
¿Cómo que qué pasa?, ¡que va a pasar!, te estabas peleando, mira lo he pensado y deberíamos dejarlo-Dijo Claudia
-Claudia, no lo dirás enserio-Dijo Raul asustado
- Claro que lo digo enserio-dijo Claudia altiva
-Bueno, si es lo que tú quieres de acuerdo-
En la siguiente hora Raul estaba triste, destrozado, asique le dijo al profesor: ¿puedo ir a llamar a casa no me encuentro bien?
-De acuerdo Raul, pero ya sabes que después tendrás que pedir los deberes-dijo el profesor.
Raul subió las escaleras para ir a secretaria, donde llamo a casa pero para su sorpresa no había nadie, por lo que bajo a clase y continuo intentando que no se le notara que no estaba atento.
Tras acabar la clase un compañero le pregunto qué le pasaba a lo que Raul contesto:
-Bueno pues básicamente, Claudia me ha dejado y pues estoy mal, no es nada más grave que eso-
-Bueno anímate, que esa chica no te merecía era más tonta, además era un año mayor que tu-
-Gracias tío, te debo una- Sonrió tímidamente y continuo su camino hacia la salida del instituto.
Raul triste, sin ánimo se fue a su casa solo sin ganas de nada.
Lo que no sabía es que ese día conocería a una persona que le cambiaría la mala suerte para siempre.