Pasaba una semana de aquel encuentro, la semana había transcurrido sin mucho que contar, los 2 chicos seguían con sus vidas, uno intentando recuperarse de aquel mal día, y la otra pensando en lo monísimo que era aquel chico.
El 9 de noviembre de aquel año, Raul cambio de instituto un lunes lluvioso, en el cual no se sentía con fuerzas de ir a clase, ni de conocer gente nueva, ni de básicamente nada, fue a su nuevo instituto en coche, su madre para ir a trabajar pasaba por allí, así que le pillaba de camino.
En la puerta del instituto, miro a su madre y le dio un beso en la mejilla, su madre se lo devolvió, le sonrió y le deseo suerte. Rodrigo bajo del coche, y entro en el edificio, pregunto donde se encontraba su clase, la 217 era el numero de esta, le indicaron que debía dirigirse a la 2º planta, en el ala derecha, junto a un aula de música, no tenia perdida. La entrada a la clase fue extraña, todos sus compañeros se encontraban sentados, callados y atendiendo. Le contó al profesor que era nuevo, y que esta era su nueva clase.
El profesor le indico que se sentara al fondo, con una de sus nuevas compañeras y el se dirigió al asiento indicado por el profesor.
Mónica, por su lado se quedo impactada al ver aparecer a aquel chico por la puerta, no podía ser, el chico mono llamado Raul estaba ahora en su clase, debía estar soñando eso no podía ser... Y ademas el profesor le había dicho que se sentara junto a ella, pero no podía ser, -gracias destino, gracias- pensó y sonrió al chico nuevo.