Falsas apariencias, vida a la mierda

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Soy una cenicienta con los tacones llenos de barro y el pelo enredado, un vaso de plástico en la mano y mil ideas tristes en las que estar pensando.
Soy una de esas princesas que no lloran por miedo a ahogarse, que no sueñan porque saben que eso les llevará al fracaso, que besan un rato a algún sapo que más tarde no recordará ni el sabor de sus labios. No tengo corona sólo una botella y muchas heridas escondidas tras la ropa, esparcidas por la piel, marcas de guerra, que cuentan no cuentos, sino mi historia.
Sólo soy otra chica con las manos temblorosas, ojos tristes y sonrisa en la boca.

Blog De Una IncomprendidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora