Capitulo dedicado a WendyDayanaQuitianGo
MARCUS.-¡que linda!. exclamo mi hermana dando saltitos y aplaudiendo como niño pequeño, y la chica me miraba con cara de *en donde me metiste*.
-no es un juguete. le advertí a mi hermana.
-eso lo se, una persona no es un juguete, pero es que no se puede creer que ella sea un vampiro. me dijo viendo la niña.
-bueno... en eso apareció Sebastian sin camisa y con el pelo mojado, la niña abrió los ojos y se tapo la boca.
por esa reacción me imagine que había reconocido a Sebastian, y por su mirada en mi hermana y yo ya captaba quienes eramos.
-hola. dijo Sebastian saludando con la mano.
-¿como te llamas?. dijo Alex
-Marisol. dijo como acto de reflejo.
-unos cazadores la atacaron, y como se que tienes una reserva de sangre aquí, vine, ella no se alimenta de mas nada según ella. dije y ella me miro creo que avergonzada.
-claro, estaba por tomar un poco, ven. dijo y jalo a la niña a la cocina.
-¿no es un poco tarde para desayunar?. dije mientras me sentaba al ver los panqueques en la meseta.
-no te metas con mi comida, toma. dijo mientras le pasaba un vaso grande con sangre a la invitada.
-¿que edad tienes?. Le pregunto Alex y esa pregunta si que me interesaba.
-la verdad, 25. Perverso destino, poner a alguien tan joven y puro en mis manos era el significado de una tortura o para mi o para la niña, pero esto no será fácil para uno de los 2.
Una vez ambos salimos de la casa de mi hermana ella no volvió a dirigirme la palabra y cuando entramos al campus la detuve antes de que ella se perdiera entre los estudiantes.
-¿hice algo que te molestara?. Le pregunte buscando sus ojos.
-no, es que, usted es el director, también es un emperador, no debe tener conocidos ni amigos tan débiles como yo. Me dijo y creo que la palabra para describir esta chica es adorable.
-no te preocupes por eso, yo no lo hago, y si es lo de débil, no es algo por lo que debas pensar mucho, yo no, pero tengo amigos que sus novias son como tu, y ellos son igual de fuertes que yo. Ella me miro incrédula.
-ok, pues ¿te gustaría ser mi amigo?. Me dijo tímida.
-claro, por favor no vallas sola al bosque, es peligroso, por lo menos por un tiempo. Dije, intercambiamos números y me fui a mi despacho, encontré a Joaquín revisando unos papeles y mi secretaria en su lugar.
-¿te paso algo bueno?, te ves contento. Me dijo Joaquín.
-si, encontré un conejo. Dije y Sonreí, esta chica, sera muy divertido ver hasta que punto es tan pura.
Joaquín.
¿que le pasaba a mi hermano?, ¿desde cuando esta feliz por encontrar un misero conejo?.
la realidad es que ver a Marcus feliz era muy extraño, todos los años que lleva como director y antes de eso era muy raro verlo en ese estado, pero ni Alejandra pondría esa cara por encontrar un animal, definitivamente Alejandra no pondría esa cara ella no podría comerse al conejo.
-eres aterrador de buen humor. comente mientras me servia un trago.
-¿que?, ¿no puedo estar de buenas?. me pregunto.
-no es de buenas, ni que este prohibido estarlo, pero la ultima vez que estuviste de buen humor, bueno fue hace tanto que ni me acuerdo, y ahora vienes feliz por que encontraste un animalito, eso es tétrico.
-¿que?, no la mate, tampoco pretendo hacerle daño. me respondió y lo mire con desconfianza.
-¿y que harás con un conejo tan especial?. le pregunte.
-no se, es linda y adorable, también parece tan pura y pequeña.
-viejo, eso hace que me imagine cosas extrañas así que dejemos ese tema. le dije y el asintió.
-por cierto, tu madre me llamo, y Devora vino ha hacerme un escándalo. me dijo y me miro acusadora mente.
-a mi madre trata de evitarla, y a la tuya también, y a Devora, solo déjala ser, ella solo quiere que me case con ella, mi madre me esta buscando una esposa y la tuya se contagio. le dije y el me miro como cuando ves a un fantasma.
Eso fue todo por ahora gracias por seguir la historia.
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universidad de vampiros
Vampireesta no es la típica historia de vampiros donde uno se enamora de un mortal común y corriente, aquí son todos vampiros y de los peligrosos. después de romperme el corazón uno de sus familiares busca mi muerte, y para seguir empeorando las cosas, los...