Capitulo 1

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Las solitarias calles de New York me hacia sentir cada vez más desesperanzada.
Pedí un café negro él cual aún no me entregaban.
Me escondía dentro de un gran abrigo negro.
Caía una pequeña llovizna allí afuera.
El local estaba casi vacío, además de las meseras- que por cierto, eran solo tres- y dos clientes aparte de mi, no quedaba nadie.
El reloj marcaba las 20:10 horas.
Pedí un capuccino también por si acaso, él cual quedó intacto, igual que siempre.
Un día más, una decepción más.
Tomé mi café, dejé 2 dólares con 50, y la propina a un lado de la taza. Tomé mi bolso y con un gesto de despedida hacia los que quedaban, abrí la puerta saliendo del café.
No me molesté en abrir mi paraguas, dejé que la lluvia mojara mi rostro mientras caían unas pocas lágrimas.
Me acerqué hacia un buzón de cartas, revolví en mi bolso y saqué una nota, toqué esta con mis labios y la dejé manchada de labial rojo, ése era mi sello
Suspiré y susurrando un "Por favor" dejé la carta en el buzón. Lo miré por unos segundos y volví a caminar.
Tal vez este sea mi día de suerte, pensé.
Después de 16 años, tal vez sea hoy.

El último caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora