Hierofanías Y Psicofonías De Amor [Fairy Tail]

|♪|El Sonido del Destino|♪|

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"Si prestas la suficiente atención a los sonidos de tu alrededor, durante la noche notarás que en lo más profundo del bosque de Boston se escucha el sonido de las voces reclamando justicia por la sangre inocente derramada sobre sus raíces. Algunos están de acuerdo con que el lugar tiene un historial trágico relacionado a las injusticias impartidas por el ser humano. Sin embargo, existe una leyenda que seguramente no conoces, a no ser que vivas cerca de la lugareña cuentacuentos.

Se suele decir que todas las noches, en aquella vieja y abandonada mansión, al justamente el reloj marcar las tres campanadas, se oye el sonido de un piano tocar una melodía atormentadora y lastimera. Una melodía con la que según se murmura, un fantasma espera a por su esposa. ¿Qué quién era él? Relata la historia, que él anteriormente había tenido un nombre que, si bien lo te atreves a proclamar en voz alta, te asegurará una condena. Pero, también se dice que este murió como la canción que se extingue sin nadie que la cante.

Claro, suele afirmarse que quien se detenga a escuchar el final de esa melodía, caerá en el bucle sin fin de a quien coloquialmente llaman, el fantasma desamorado. Esto debido a que la misma es exclusiva para el amor que él alguna vez albergó, un amor que ha trascendido largos tiempos y que seguirá vivo gracias al esperanzado y empolvado corazón de aquel fantasma.

Ah, pero se rumorea algo más. Y es que aquella chica era la perfección encarnada persona. Versa la descripción que ella poseía la gracia de las más refinadas criaturas: figura esculpida por manos divinas, poseedora de cabellos que brillaban con la misma intensidad que los rayos del Sol, sus ojos siendo un par de gemas preciosas y que su voz... ¡Ah, su voz! Calmaba la peor de las tormentas. Y es por ello que se recitó que, el caballero que ganó su corazón había vivido gracias al tan bondadoso y puro amor de ella. Tal parece ser que aquel afortunado vivía con la felicidad constante entre sus manos.

Sin embargo, por la envidia que se arraigó en el corazón de otro, ella le fue cruelmente arrebatada. De la forma más despiadada e imaginablemente posible, fue como la perdió. 

Era una época cruel, cierto. Pues cualquiera era fácilmente juzgado por crímenes que no había cometido. Por lo que cuando tuvo el cuerpo de su esposa inerte entre sus brazos no pudo dar crédito a lo que sus ojos veían, y aún en vano intento, la abrazó a sí mismo y lloró. Lloró las últimas lágrimas que derramaría en vida. Porque se había decidido a que sin ella no seguiría llevando aquel sin sentido por más tiempo. No obstante, quizá fuera obra del destino o una maldición de este lo que le llevó a nunca poder descansar junto a su amor eterno, pues no importaba cuánto tiempo pasara, o el que su mismísimo corazón dejase de latir, él pasaría el resto de su vida en la búsqueda de su amor perdido.

Y aún hoy, si prestas la suficiente atención, serás capaz de escucharle tocar su trágica melodía. Pero ten cuidado, puede que caigas en el bucle de su melodía si le escuchas hasta la última de sus notas. Pues parece que el amor antiguo, era un amor exclusivo."

Todos aquellos sentados alrededor de aquella pequeña fogata que les mantenía calientes frente al terrible frío de la noche, escuchaban atentos la leyenda que narra una pequeña peliazul. Una leyenda que, al parecer, es la más sonada entre los habitantes de aquel pueblo al que se disponían por visitar. El ambiente les había resultado perfecto para sentarse y relatar historias de terror, ok. Pero aquella historia, aunque espeluznante, sonaba demasiado cursi y fantástica para cualquiera.

—Oh, vamos. No me creo todo ese estúpido cuento. Espetó uno de ellos quien parecía realmente empalagado con la historia.

A lo que el chico rubio contradijo. —¿Y tú qué sabes sobre eso, Gray? Chico que, a simple vista, parece sacado de alguna portada de libro romántico. Tiene... Tiene algo así como físico de ensueño como para ser real.