Profesor particular, Auryn 2. (CANCELADA)

4. Hotel

Antes de que sus labios y los míos pudiesen juntarse del todo, una voz aguda nos interrumpió. Me separé rápidamente de él y miré hacia donde provenía la voz.

-¿Álvaro?.-gritó.-¿Qué hacías besando a esa?.

-Lucía, no la he besado.

-No te creía capaz de cosa así, Álvaro.-dijo seria la chica.

-Lucía, escúchame.

La tal Lucía que tanto me sonaba se giró hacia mí y se acercó.

-Eres una zorra.

-¿Perdona?.

-Lo que oyes, tú eres la ex de Álvaro, ¿verdad?.

-.¿Cómo sabes tú eso y por qué coño me insultas?.

-Soy la chica del parque, ¿te acuerdas cuando coincidimos?.-puso un gesto de cara de cabreo.- Te dije que iba a ser mío, ahora aléjate de él, maldita zorra.

-No hemos hecho nada, niñata.-giré mi vista hacia Álvaro que nos miraba bastante asustado.- No le quiero, creo que ya han sido suficiente tres años para reflexionar, y no para zorrear con otras, ¿no, Álvaro?.

Álvaro bajó la cabeza cambiando su cara de asustado por una demasiado triste.

-¿Pero por qué la besabas, Álvaro?.-gritó Lucía con un tono falso fingiendo que lloraba.

-Lucía, yo no...

-Pensaba que eras diferente, Álvaro.-exageró Lucía.

La chica se fue corriendo de aquel pasillo, y supongo que lo hizo para llamar la atención.

Álvaro me miró fijamente. Después llevó la vista a Lucía que desaparecía de aquel restaurante.

-¡Lucía, espera!.-dijo después de comenzar a salir corriendo detrás de Lucía.

-¡Me tienes que comprar un móvil nuevo!.-dije lo más alto posible con la esperanza de que Álvaro me oyese, pero no fue así.

[...]

Ya llevábamos una semana en Madrid. Me levanté de la cama del hotel y miré a mi lado. Allí estaba Carol durmiendo aún. Me giré hacia el otro lado y vi a Alex con su móvil, tumbado en su cama individual. Me acuerdo que le prometí a mi madre que nos quedaríamos con ella, pero somos tres, y sé que ella no está para fiestas, así que nos pagamos una semana de hotel. Era el último día que podíamos estar en el hotel, no sé que haríamos luego.

-¿Has desayunado ya?.-dije sentándome en la cama mientras conseguía desperezarme un poco del sueño.

-Buenos días, dormilona.-rió levantando la vista de su móvil.- No he desayunado todavía, vamos si quieres y después que vaya Carol, cuando se despierte.

-Está bien, me voy a vestir.

Me levanté de la cama y me vestí lo normal para bajar a la cafetería a desayunar. Lo bueno de que era verano es que te puedes poner una camiseta y unos shorts, y no tienes que complicarte poniéndote abrigo y de todo.

-Ya estoy, Alex.-dije saliendo del pequeño baño.

Alex se terminó de cepillar su tupé rubio, y guardó el peine en su sitio.

Bajamos a la cafetería. Había gente, pero no tanto como los días anteriores. Fuimos a la barra de aquella cafetería a pedir el desayuno a la simpática camarera.

-¡Buenos días, chicos!.-exclamó sonriente, como siempre.

-¡Buenos días, Ana!.-dije devolviéndola la sonrisa.- Lo de siempre.