2. Vuelta a Madrid

403 49 14
                                    

-¡Alex!¡Carol! Más rápido que llegaremos tarde.- dije gritando por todo el apartamento.

-Ya vamos, ya vamos, pesada.- dijo Alex entrando en uno de los baños dormido, para darse una ducha.

-He hablado con Dani y dice que hay un vuelo para las nueve, a las once y algo de la mañana estaríamos allí, él nos espera en el aeropuerto de Madrid.- dije desesperada.

-¿No desayunas, Alme?.- dijo Carol en la cocina, señalándome su caja de cereales sin azúcar que se tomaba todas las mañanas para desayunar.

Negué con la cabeza.

-Ya me tomé un zumo de naranja hace rato, cuando no os despertabais.- dije lanzando indirectas.

Alex salió de la ducha y se tomó un simple vaso de leche, después fuimos bajando todas nuestras cosas al taxi que nos esperaba abajo, en la puerta principal del edificio. Al terminar Carol de bajar su última mochila, ya que siempre era la que más tardaba en todo, le pagamos nuestros último mes de alquiler a la chica de aquella casa que nos recibía con tanto cariño siempre.

-¿Seguro que volveréis, chicos?.-dijo preocupada la dueña del piso, con su poca experiencia con el Español.

-Segurísimo, supongo que pasaremos el verano en España y volveremos aquí.-respondí.- ¿Nos tendrás disponible el piso para cuando volvamos?.

-Oh, sí, claro.-sonrió.- No os preocupéis, aquí lo tendréis para cuando volváis.-dijo la chica dándonos un abrazo a cada uno.

Subimos en el taxi que nos esperaba, y después, nos fuimos rumbo al aeropuerto.

Bajamos del taxi y entramos en el aeropuerto justo para ver los vuelos. Y tenía razón Dani, había uno que salía a las nueve. Eran las ocho y pocos minutos, no me fijé bien, así que nos daría tiempo.

Compramos los billetes, fuimos a facturar las maletas y entramos. Nos quedamos esperando hasta que anunciaron el vuelo a Madrid, entramos en el avión, buscamos nuestros sitios y nos sentamos. Por suerte, me tocó Carol al lado y Alex estaba sentado en uno de los asientos de la fila de atrás, así que tenía rato para entretenerme hablando en todo el viaje.

Dos horas y quince minutos que se pasaron volando. Por fin llegamos a Madrid. Empezamos a salir, hasta que llegamos a la espera de las maletas. Cuando los tres las cogimos salimos hasta la entrada del aeropuerto, allí pude ver a Dani de pie con los brazos cruzados esperándonos.

-¡Dani!.- grité corriendo hacia él.

-¿Alme? Dios mio, que cambio has pegado.- dijo abrazándome lo más fuerte que podía.

El pelo rubio oscuro ondulado que tenía antes por los hombros, ahora era teñido con un rubio mucho más claro, me había crecido hasta casi el final de la espalda y lo llevaba siempre liso, a partir de la mitad más o menos hasta las puntas, estaba teñido de color azul turquesa clarito que no se notaba mucho. Me quedaba super bien y me lo dejé. También me puse un piercing en medio de la nariz, un septum, como lo tenía Carlos antes de irme. Hace un año, estando en Londres, perdí un poco de vista, fui al oculista y me obligó a llevar gafas por que no veía ni veo muy bien de lejos, así que tengo gafas que uso siempre aún que no me gusten mucho, a las dos semanas de ponerme las gafas fui a por unas lentillas, encontramos unas de un color verde claro que al ponérmelas hacían que mis ojos marrones claros fuesen de un color verde oscuro, Carol y Alex me dijeron que me quedaban muy bien, pero yo no conseguía verme con ellas, así que me quedé con las gafas. Estaba muy cambiada, por lo que no me extrañó que Dani no me reconociera.

-Dani quiero presentarte a mis dos nuevos hermanos, los conocí allí por que compartíamos piso, y me cayeron super bien.- los dos se acercaron a Dani y a mi.- Mira Dani, esta es Carol, Carol, él es Dani, le conocerás.

-Sí le conozco, encantada Dani.

Dani le dio dos besos a Carol y después miró raramente a Alex.

-Y este es Alex, Alex él es Dani.- dije para quitar la mirada que Dani le tenía puesta a Alex.

-Encantado Dani.

-Igualmente.

Dani extendió la mano, Alex hizo lo mismo y se saludaron. Después nos metimos en su coche, antes de que pudieran reconocer a Dani las jóvenes. Dani se sentó en el asiento de conductor, abrí la puerta de atrás para que Alex y Carol se metieran en el coche, me metí en el de copiloto, y después arrancó. Mas tarde llegamos a mi casa. Aparcó Dani en un sitio libre, y nos bajamos los cuatro, subimos a mi casa, ya que seguía teniendo todas las llaves, menos una. Entramos y allí estaba mi madre en la cocina preparándose la comida. Estaba bastante estropeada de cara, parecía que había envejecido diez años en vez de tres, se la notaba que se sentía sola y no comía ni salía a la calle a penas, ni nada.

-¿Hija? Dios mio eres tú, ¿pero que te has hecho en el pelo?.

-Hola mamá, son mechas.- dije riéndome.

-¿Y ese piercing y los ojos? Te has cuidado muy bien estos años en Londres, por dios me tienes que contar muchas cosas ¿eh?, ¿como que has vuelto?.

-Ahora es la boda de Lidia y Carlos, ¿no te dijeron nada?.

-No, felicítales de mi parte.

-Vale. Ah, quiero presentarte a Alex y a Carol, los conocí en Londres, he vivido con ellos estos años.

Se saludaron los tres, después mi madre fue a saludar a Dani, y vino hacia mi.

-Mamá, Alex y Carol se quedarán unos días en Madrid conmigo, nos iremos cuando acabe el verano supongo.

-Está bien hija, id a prepararos.

Me fui junto a Alex y Carol a mi habitación, les pedí opinión sobre mis vestidos, pero ninguno de los que dijeron me convenció, y después fuimos entrando al baño uno por uno para prepararnos. Primero entró Carol y salió peinada con rizos en su pelo del rizador que le dejé, y un vestido azul claro de tirantes gordos, con un cinturón blanco en la cintura y a partir de ahí hasta por debajo de las rodillas con vuelos ondulados. Luego entró Alex y salió con su traje y la corbata puesta, le quedaba muy bien. Después busqué en mi armario y vi un vestido justo por encima de las rodillas de color rosa pastel, era pegado por arriba, sin mangas, y a partir de la cintura era de vuelo que caía para abajo. Vi unos tacones negros y un bolso de mano negro y rosa que iban a juego, así que me metí en el baño con todo eso. Me di una ducha ya que estaba demasiado cansada del viaje, después me vestí, me maquillé, me alisé todavía más el pelo y salí al salón mientras me colocaba los tacones y el bolso.

-Que guapos, anda vamos ya que empieza la boda en diez minutos.- dijo Dani saliendo por la puerta.

Salimos tras él avisando a mi madre. Nos subimos de nuevo en el coche de Dani y fuimos a su casa. Esperamos en el coche mientras Dani subía a cambiarse. Bajó en a penas cinco minutos vestido con su traje y nos fuimos.

Cuando llegamos a la iglesia, no había nadie. Seguramente ya habían entrado.

-Llegamos tarde, lo suponía.- dijo Dani suspirando.

Entramos a la iglesia sin hacer mucho ruido. Nos pusimos en la pared de detrás para que nadie nos viese ni fastidiaran la boda. Iba pasando toda la boda, Lidia iba preciosa con su largo vestido blanco de novia, no había cambiado mucho en estos tres años. Sin embargo, Carlos estaba demasiado cambiado, el pelo ya no lo llevaba con tupé, si no que se había dejado crecer un poco bastante por los lados, justo hasta el cuello, con sus pelos despeinados con mechas rubias oscuras y un rubio casi platino. Se quitó el piercing de la nariz. No iba con sus cintas ni con sus sombreros, pero estaba bastante guapo con su bonito traje. Intentaba entender algo de lo que decían en la bonita boda de Carlos y Lidia, pero solo le daba vueltas a lo que no podía dejar de mirar: Álvaro sentado en uno de los últimos bancos de la iglesia, cogiendo de la cintura a una chica alta, morena de pelo algo corto. Veía como él tampoco se estaba enterando de la boda, solo le daba besos a la chica, que no conseguía saber quien era.


Profesor particular, Auryn 2. (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora