Moría de nervios, no podía creer que me encontraba en una situación así... habíamos comenzado a contabilizar los votos de nuestras compañeras, hoy decidiríamos quién sería la capitana del equipo de animadoras. Éramos veinticinco animadoras, así que no había manera de estar empatadas, al menos no al final.
Las chicas estaban encerradas en el despacho de mi abuelo, contando los votos; mientras Jessica y yo esperábamos afuera en la secretaría, sentadas. Nuestros pies tamborileaban en el suelo al mismo tiempo, ambas igual de nerviosas que la otra. Con otra persona, no me importaría perder algo tan estúpido, porque últimamente todo se veía demasiado superficial... ¿Pero con Jessica? Ella había arruinado mi vida, había sido alguien que me causó un terrible dolor... por supuesto que no iba a perder con ella, o al menos no iba a dejar que se saliera con la suya tan fácil. Después de todo, yo tenía mis trucos.
Y sí, sabía muy bien que Jessica tenía más oportunidades que yo para ganar y todo por una simple razón, yo había estado tres años al frente de éstas chicas. Y las conocía lo suficiente como para saber que mi equipo deseaba nuevos aires, probar cosas nuevas.
Y, como si el mundo me leyera la mente, Lena y Dina salieron del despacho, sus rostros sombríos, mientras se acercaban hacia mí.
-Lo sentimos, Leah, te ha ganado por un voto -La única que se atrevió a decirlo fue Dina, porque Lena estaba demasiado ocupada fulminando con la mirada a Jessica, quien estaba más que atenta a nuestras palabras. Casi inmediatamente, ella saltó y pegó un gritito completamente histérico. Yo bufé.
-¡Gané! ¿Qué se siente perder contra mí, Williams? -Jessica se acercó hacia mí, la tierna sonrisa que ella siempre llevaba en su rostro fue reemplazada por una completamente cínica. A los segundos, Lena se encontraba dirigiéndose hacia ella, pisoteando con fuerza. Pero, como si de algo sirviera, la detuve.
-Oh, tú no tienes que preguntarlo, Jessica, ya lo sabes. Es lo mismo que sientes cada vez que pierdes contra mí -Le sonreí por encima de la cabeza de Lena. Me encontraba abrazándola por la espalda, mientras ella tironeaba para liberarse y saltar sobre la perra ¿Qué le sucedía a Lena últimamente? Ella nunca era así- Sólo que a ti te pasa más seguido, claro.
-Guau, parece que tu humor nunca morirá ¿No? -Jessica me fulminaba con la mirada, parecía enfadada, pero aun mantuvo su distancia, su mirada iba de Lena hacia mí-. Deberías controlar a tu gnomo, parece ser salvaje.
Lena lanzó un gritito, mientras yo sonreía aún más. Bien, Jessica podría ganarme en esto, pero seguía siendo patética.
-Oh, lo sé, abrazarla no le hace bien ¿Qué te parece si te suelto, gnomo?- Lena asintió ante mis palabras. Segundos después, mis brazos cayeron a mis costados, mientras Lena avanzaba rápidamente hacia Jessica, como si de un depredador se tratara-. Yo que tú correría.
Jessica tragó, mientras que Lena se paraba frente a ella, con sus puños apretados.
-Boo -La asustó Lena, haciendo amago de saltar sobre ella, mientras Jessica retrocedía hacia atrás, nerviosa.
A pesar de que Lena sólo le llegaba a la barbilla, Jessica se dio la vuelta y salió caminando rápidamente, sus pasos completamente torpes por el susto. Y, es que Lena en aquellos momentos tenía una mirada psicópata que asustaría a cualquiera, a pesar de ser una cosita pequeña.
-Cobarde -Lena canturreó, mientras se volteaba hacia mí, sonriendo falsamente. Sabía que, a pesar de toda su actuación, su corazón dolía cada vez que alguien la trataba así... pero yo no podía hacer nada para ayudarla, menos cuando ella no me dejaba acercarme lo suficiente-. ¿Y Dina?
Con todo lo que sucedió, ninguna de las dos notó cuando Dina se marchó de la habitación. Maldición, esto me olía a problemas.
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Blonde Rebellion
Teen Fiction¿Y si la historia no es como te la contaron? ¿Y si de golpe la zorra de la historia tan sólo fuera la víctima? Todas las historias cambian según la perspectiva. Tara Williams es la reina del instituto Breckfort. Con una belleza digna de una diosa, u...