Capitulo 36: gracias

355 39 17
                                    

Ya era de mañana cuando había abierto los ojos, revisé el reloj y faltaba bastante para que fuese el momento de irme a la iglesia, pero empecé a arreglarme porque para mi el tiempo pasa volando, cuando terminé me entró bastante ansia de ver como se veía el lugar de la boda.

Así que salí y me dirigí a a la dirección del lugar caminando porque ya no quería estar en un taxi pues bueno ya no quería gastar más dinero, pero cuando llegué al lugar ya había varias personas en los asientos, cuando miré la hora que era en ese momento faltaban sólo unos minutos para que empezase la boda.

Pero el lugar estaba decorado de una manera muy bonita, habia una alfombra color carmesí con nieve artificial exparcida en ella, comk si hubiese nevado dentro, rosas blancas junto con moños blancos de seda adornando las bancas de la iglesia y también en la pared. Parecía un bosque cubierto de nieve.

En la última banca de la derecha me senté, para no ser vista por alguien que me pudiese conocer, lo cual dudaba con toda mi existencia y esas cosas. Me preguntaba cómo estarían ellos ahora y como se verian en este día tan especial para Rin y Len.

Sumida en mis pensamientos, me di cuenta de que la música comenzó a sonar; pude ver en el altar a Len, al parecer se corto su coleta pero aun tenía el mismo estilo en la parte delantera de su cara, su traje era completamente blanco con algunos detalles celestes, parecia un copo de nieve.

Pasó lo típico de la entrada, entre las damas de honor pude visualizar a Kaiko, como lo sabía Kaiko se dejo algo largo el cabello pero no sobre pasaba sus hombros, se veía tan linda con ese vestido largo color celeste y un ramo de rosas blancas y margaritas; ella también parecía un copo de nieve.

Cuando me di cuenta vi a Rin que estaba pasando, se veia linda en ese vestido al estilo princesa como ella lo había diseñado en la secundaria, perlas alrededor de la cintura, rosas blancas en la falda y la parte de arriba con algunos brillantes; me recordaba al hada de azúcar del cascanueces; y su cabello lo dejo algo largo más allá de sus hombros y lo llevaba algo ondulado junto con una peineta de una rosa junto con su velo que tenía el aspecto como si hadas de la nieve hubiesen bordado ese velo con miles de copos de nieve.

La boda estaba pasando lo normal que pasa en una boda, el momento más lindo y emotivo fue cuando Rin y Len intercambiaron sus votos de amor y los anillos, los dos se pusieron a llorar.

Una parte de mi corazón se estrujó pues en algún momento de hace dos años, me imaginé mi y a Kaito haciendo lo mismo; un día de verano casandonos bajo el hermoso cielo y mar de la playa, cambiando nuestros votos de amor, sellar nuestro amor eterno con un dulce beso lleno de ternura, vivir algo alejado de la ciudad con unos dulces angelitos que llenasen nuestra vida de alegría.

Pero... ese dulce y maravilloso sueño de la nada fue borrado por trozos de cristal y fierro volando, junto con lágrimas teñidas de carmesí en la acera, el ensordecedor sonido de sirenas de una ambulancia junto con mi grito de dolor y demasiadas gotas de lluvia brotantes de unas ventanas de varios colores en una habitación manchada por completo de color negro.

Me di cuenta luego de recordar ese hermoso y desgraciado sueño del pasado; que ellos ahora estaban sellando su amor eterno con un tierno beso junto con algunas lágrimas en sus ojos. Mi cuerpo no lo soportó más tiempo.

Antes de que avanzarán a la salida me pare enfrente tal vez a un metro de donde estaban ellos. Ambos me miraron extrañados como si jamás me.hubiesen visto, me deje caer en mis rodillas y empecé a llorar primero sólo fue un llanto normal pero luego cambio a uno fuertemente doloroso, pude ver que sus miradas junto con las de los demás presentes decían: ¿Qué demonios le pasa a esta chica?
Entonces las palabras salieron de mi boca.

-Lo siento...... lo siento, de seguro ahora me odian ¿no?
..........¡Por a verme largado a quien sabe donde sólo diciéndolo en una carta de tres renglones, perdonen me por jamás haberme puesto en contacto con ustedes, perdonen me que me valiese un comino como se sentían al haberme ido! ......¡Perdonen me! Por favor....

Mi cuerpo estaba casi colapsado; solamente seguí de rodillas temblando y con lágrimas en mis ojos cayendo más rápido conforme los segundos pasaban. Oí unos pasos acercándose a los dos levanté un poco la mirada y vi que era Kaiko. Desvíe hacia abajo la mirada de los tres no quería que me viesen en el estado más miserable de mi persona.

Pero escuché un par de pasos dirigidos hacia mi, cuando mire al frente era Rin se agachó un poco, extendió la mano hacia mi y con unas suaves gotas de lluvia provenientes de sus ojos me dijo.

- Te extrañamos demasiado.... Miku-chan

Cuando mi mente había reaccionado de las palabras de Rin, los tres me estaban abrazando mientras seguía yo en el suelo, podía sentir el calor de las lágrimas de los tres por todo mi cuerpo; eso hizo que también de mis ojos brotasen más; porque sólo conocía un lugar para poder llorar y son los brazos de una persona que quieres demasiado, al parecer no me habían olvidado, nunca lo hicieron.

Pero....todo había cambiado cuando una voz fuerte, masculina, ronca y algo conocida nos sacó de nuestros pensamientos y lágrimas de hace unos momentos.

-Veo que has cambiado mucho a como yo recordaba...............Miku- chan

Mi propio ser no podía creer lo que había escuchado y cuando mire hacia atrás menos lo creia mi ser; hasta que mis labios pronunciaron una sola palabra...mejor dicho un nombre...

- Kaito...

- Así es mi princesa...

FIN

Rolling GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora