Sólo déjame ver tu sonrisa •Yaoi •

capítulo 2

Estaba sentado en una esquina, en el fondo, en donde sólo había oscuridad en el bar. Un bar al que Jeff siempre iba y se quedaba hasta altas horas de la noche.
Pocas veces de emborrachó pero esta vez tenía pensado algo más interesante; buscar al tal Eyeless.

Sentado en esa oscura esquina y solo veía las noticias en el televisor. Solo prestaba atención cuando hablaban de el o del tonto de Jack. Buscaba alguna pista que lo condujera al asesino silencioso para poder acabar con el.

Se quedó varias horas y el encargado del bar siempre intentaba hablar con Jeff, este sólo estaba convencido de que ese muchacho que se la pasaba en el fondo era un raro que a nadie quería. Y tenía razón. No creía que alguien pudiera querer a un asesino que se divierte arruinando vidas... de seguro alguien tan loco como el.

Ya era de madrugada y no pensaba en irse pero siempre lo molestaban los borrachos del bar. Eso era peligroso, todos conocían a Jeff y si alguno llegara a reconocerlo será un problema,... reconocer a Jeff no es muy difícil.

Se paró de su lugar y dejó -como siempre- el dinero sobre la mesa y abandonó el lugar. Ya había tomado suficiente y casi podía ver algo borroso por culpa del alcohol.
No le prestó importancia y se adentró nuevamente en el bosque buscando la cabaña que alguna vez hubo alguien viviendo allí. Era un anciano que al tiempo murió de causas naturales y nadie lo quiso reconocer. La cabaña hasta ahora estaba vacía y nadie quería vivir allí por que decían que estaba embrujada y hasta lleno de malas energías.  Era un lugar bastante grande, lo suficiente para toda una familia completa o más.

Jeff encontró el lugar.

Entró dejando las puertas -sin darse cuenta- abiertas y se fué a una habitación a dormir con ayuda de la máscara.

Al los pocos minutos se quedó dormido.

...

Todo parecía normal, cómodo e incluso muy pacífico. Unos chicos enmascarados pasaban cerca del lugar revisando que todo este bien para su operador. Ellos debían hacer caso a todo lo que el decía o sería su perdición, el operador es alguien con quien nadie quisiera tratar, alguien con quien nadie quisiera cruzarse.

Hoodie y Masky podían ser muy peligrosos si el operador quería o si ellos se encuentran en una situación en la que deberían dar todo de ellos.

No pasaban por allí por nada pero el operador había desaparecido -como siempre- dejando a los chicos solos y sin nada que hacer. Hace poco que unos entrometidos estaban siguiendolos y hasta habían podido gravar a Slenderman... eso estaba mal pero el operador fue comprensivo y no los reprendió, solo les dió la tarea de protegerlo a el y a su identidad. No quería ser reconocido pero luego de ese incidente... todos los conocen.

Hoodie se separó de Masky y continuó caminando sólo.

No es que no confiara en su compañero pero algo en el le es incómodo. Nada le parecía normal, pero antes de que pensara en volver vió la cabaña. Esta cabaña estaba con la puerta abierta y parecía abandonada.
Hoodie es curioso y sin perder más tiempo fue a ver ese lugar. Entró y comenzó a curiosear. Podría haber alguien y por eso siempre llevaba algún caño de metal o cuchillo, estaba vez no tenia arma pero encontró una barra de metal en el suelo. La tomó y siguió buscando algo interesante que pudiera haber en esa vieja cabaña.

En la cocina no había nada, tampoco en la sala, pero había una escalera que llevaba al primer piso. Sonrió y subió las escaleras tranquilo pensando que nada malo podría pasar....

Masky por otro lado estaba frustrado y malhumorado por culpa del escurridizo de su compañero. No podía creer que ese tonto se comportara como un niño pequeño teniendo que buscarlo y cuidarlo para que no se pierda.
Caminaba en el bosque tratando de encontrarlo con la miraba antes de que el operador venga y vea que se perdió uno de los proxys, eso es prácticamente un suicidio.

Siguió caminado con el paso apresurado hasta que por lo lejos vió lo que parecía ser una cabaña. No perdió tiempo y comenzó a correr en esa dirección.

Hoodie llegó al primer piso. Seguía curioseando pero solo pudo ver varias habitaciones, oscuras, polvorientas, abandonadas y sucias. Eran muchas habitaciones pero solo faltaba una por revisar. Abrió la puerta despacio y vió a alguien acostado en la cama boca arriba, no podía ver su rostro por que la tapaba una máscara que conocía muy bien. Era la de Jack. El lo sabia muy bien por qué hace tiempo que ese fantasma se la pasaba molestando e intentando hacerles daño. ¿acaso este chico era amigo de Jack?, eso explicaría la máscara; pensó Hoodie.

Antes de que pueda acercar su mano al rostro tapado de Jeff, una mano detuvo su trayectoria.
--. Hoodie. Nos vamos de aquí ahora. --,dijo autoritario el de cabello oscuro.

Hoodie negó con la cabeza.
--. Quiero ver quien es el.

--. Si tiene esa máscara no creo que sea alguien en quien confiar. Ahora nos vamos. --,repitió.

Hoodie no tuvo otra opción que hacer caso pero al momento que se separaba de la máscara algo lo atacó.

Jeff se paró de la cama clavando el cuchillo en la mano derecha de Hoodie arrancándole un gemido de dolor. Masky no perdió tiempo y tomó a su compañero alejandolo de allí lo más rápido que le permitían las piernas.

Jeff se sacó la máscara y no vió a nadie. Esta vez se había movido rápido y estaba seguro de quien sea que lo molestó estaba herido. Miró hacia la ventana y divisó a los chicos alejarse por entre los árboles del bosque.

Jeff no quería seguirlos en ese momento, estaba somnoliento y quería seguir durmiendo, estaba seguro que después de eso se dejarán de molestarlo. Se colocó nuevamente la máscara y continuó durmiendo.

Una vez lejos de la cabaña Masky tomó la lastimada mano de Hoodie y la comenzó a curar con una tela que arrancó de su bolsillo de su chándal.  Mojó la herida, la limpió y la envolvió en la tela dejándolo listo para que comience a sanar. Hoodie quedó muy agradecido pero no sabia como decirle gracias. El estaba seguro de que el castaño lo castigará o algo así. --. Oye Masky.

El castaño se quitó la máscara y lo vio a los ojos. --. ¿Qué quieres?.

La forma tan directa y fría en la que le habla lo intimida pero aun así Hoodie era muy imperativo y desvergonzado además de valiente y curioso. El mal humor, el temperamento y mal carácter de Masky no lo detendría.
--. Gracias por ponerme a salvo.

Masky le desvío la miraba.
--. Muerto no le sirves al operador. --,dijo rompiendo la buena voluntad de Hoodie.
--. Aun que me diste un susto. ¡nunca vuelvas a irte de esa manera!.

¿se estaba preocupando?, ¿Masky está preocupado por mi?; pensaba Hoodie quien al segundo se lanzó sobre Masky dejándolo en el suelo. --. Gracias, gracias, gracias Masky.

--. Quitate de arriba mío. Molestas.

--. También te quiero.

Sophie Amaranth