Dia 3:
La ventana no estaba muy lejos lo comprobé acercándome en cuanto oí que los hombres que estaban ahí se alejaron, no había dormido muy bien, ya que lo hice abajo de la cama para que nadie me haga nada... Más tarde examine con cuidado la ventana, yo podría salir desde ahí si me subía a la mesa y a una silla. Horas o minutos más tarde unos hombres trajeron a una niña a nuestra habitación, no tendría más de 10 años, pensé en la pobre niña que había llegado aquí, tenía la cara golpeada y lo brazos, enseguida cuando la tiraron dentro de la habitación la agarre del brazo y la senté conmigo.
Con dificultad logre que dejara de llorar pidiendo por su madre, yo también lloraba pero me mantenía firme para calmar a la niña. Entre sollozos me contó que estaba haciendo compras con su mamá y que dependiente le taparon los ojos y la boca, al menos eso entendí, y que luego la golpeaban para hacerla callar, estaba asustada y triste por la pobre niña, me dijo que se llamaba Ailin, y que no vivía lejos de este lugar, ¡¿Ella vio como era por afuera?! Si, como lo supuse... le pedí que me describiera como era afuera eh hice un pequeño boceto en mi cuaderno, por fin estuve algo aliviada. Ailin había dejado de llorar y no se despegaba de mi lado. Creo que ahora soy responsable de ella, voy a cuidarla bastante bien, ella no tiene por qué estar aquí.
Atte: Amanda Laura Rodriguiez.
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La heroína encadenada.
Non-FictionEsta es la historia de cómo una estudiante de secundaria, que un día es secuestrada y prostituida. Contada desde carne propia. Se resistió hasta ser golpeada repetidas veces en cada parte de su cuerpo, violada múltiples veces y sin embargo nunca se...