Desperté en una habitación grande, aunque muy simplista al lado de la cama había una pequeña mesa y en ella había todo tipo de velas, algunas casi consumidas y algunas recién encendidas.
-Te deje un poco de ropa en el tocador, espero que te quede y podrías bajar a desayunar - la voz que atravesó la puerta y la habitación. Era una voz masculina aunque no muy grave para ser un hombre.
- Esta bien, gracias - me sentía apenada y muy confundida.Me encontraba en casa de un completo extraño, aunque me había salvado la vida ( o por lo menos me había salvado de despertar en un parque mojada y pareciendo una indigente).
Me puse la ropa que había dejado en el tocador, unos jeans claros y una blusa que me quedaban un poco grande. Sólo quería agradecerle he irme de allí lo más rápido posible.
Baje unas altas escaleras de caracol que de encontraban al inició del pasillo, al llegar abajo percibí el olor penetrante de las especias.
- Theo, la chica ha bajado- dijo una voz dulce que provenía de las cocina.
Al siguiente instante apareció él de la nada, con su esquelético cuerpo y me tomó por los brazos.
- Vamos, tienes que desayunar y recuperar energías aún no entiendo como pudiste estar todo ese tiempo allí-
Me dirigió hacia la cocina, al entrar en ella las especias flotaban en el ambiente, allí se encontraba una mujer que presumiblemente era su madre.-Perdona, yo sólo quería... No más bien gracias por recibirme en tu hogar pero me tengo que ir
-Aún no tengo algunas preguntas que hacerte- dijo con unas sonrisa burlona
-No es correcto tengo que irme mi madre estará preocupada, gracias por todo de verdad- Aunque me había tratado de soltar de sus finos dedos, él me mantenía sujeta con fuerza, a mi parecer un poco excesiva.
Finalmente me sentó en la silla más alejada de la puerta.-Primero, tú madre ya sabe que estás bien, revise tu celular- ¿Había revisado mi celular para buscar a mi madre? ¿Cómo es que había tomado mi celular?
-Segundo ¿Puedes verlos? Y si es así ¿Por qué te quedaste allí?-
¿De que demonios habla?¿Verlos? ¿A quienes?
-Tercera y última; déjame ver tu lengua.A cada palabra que decía todo esto se volvía cada vez más y más extraño.
-Creo que ya me tengo que ir, agradezco de corazón tu hospitalidad, pero ya me tengo que ir- me levante de la silla y me dirigí hacia la puerta de la cocina
-Por favor te suplico que te quedes...-
- Lo siento, pero me tengo que ir así que por favor enséñame la salida
-No te voy a dejar ir
-¿De qué hablas estas loco o que? déjame ir.
El se había situado en frente de la puerta de la cocina y no había ninguna otra salida.
-Ayudame y te podrás ir -
Me sentía frustrada, quería irme y dejar esta casa de locos atrás irme a un rincón donde nadie me molestara.Eso era todo me abalance (o más bien lo tacleé) para pasar a través de la puerta. El golpe fue rápido y contundente pensé que iba a ser más fuerte o quizá poner más resistencia que eso pero aún así los dos caímos por la fuerza del golpe.
Me levante lo más rápido que pude y divisé una puerta con cristales de colores, esa tenía que ser mi salida. Corrí hacia la puerta al parecer el había recibido el golpe en la cabeza, también ayudó el que yo le callera encima.
Llegue a la puerta y movi la manija, como era de esperarse estaba cerrada, empecé a ver las cerraduras de la puerta dispuesta a desbloquearlas lo más rápido que pudiera.
Las mire y remire las cerraduras estaban todas abiertas.-Gracias por la ayuda Lau- Ya se había levantado y estaba detrás de mi con una mirada al parecer de tristeza
-Lo siento pero necesitó tu ayuda- levantó y extendió su mano frente a mi cabeza ¿Que estaba haciendo?
Volví a girarme y forcejear con la puerta, la jale, la empuje. No se abría, que alguien me ayudara pero creo que era demasiado tarde, como para pedir ayuda a gritos, empecé a sentir un gran mareo.todas las cerraduras estaban abiertas como era que no se abría la puerta. Trate de todo hasta empecé a patear la puerta con las pocas fuerzas que tenía.
Ahora no sólo me sentía mareada sino me dolía mi cabeza, que demonios estaba haciendo.
Trate de apartar sus manos de mi cabeza pero ya no tenía fuerzas mi vista se empezaba a nublar.-¿Que es lo que quieres?- mi mano se recargo sobre el, y el fundido negro apareció.

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Reiki
ParanormalAlguna vez has sentido ese magnetismo en el ambiente, o un escalofrío ocasional que viene desde abajo y recorre toda tu espalda. Si sólo supiéramos como ver lo que sentimos a nuestro alrededor, encontraríamos que nunca estamos solos.