Luego de una semana de haber sido derrotados por el extranjero Kingslanding se encontraba de luto pues habian perdido su rey, aún así el consejo no podía esperar necesitaban a alguien que los dirigieran y protegieran del reino extranjero. Decidieron coronar cuanto antes al heredero legítimo de la corona Joffrey Baratheon hijo del rey, un joven que solo se deja llevar por sus impulsos no piensa bien lo que hace. Fue una coronación grande pero con tristeza aún por la partida de Robert Baratheon. El rey Joffrey pidio que se reforzará la guardia en las entradas de Kingslanding para evitar que los extranjeros entrarán, también reunir al consejo para que le informarán detalladamente sobre los extranjeros y cual seria su nueva táctica de guerra pq a su pensar no podían quedarse sin hacer nada mientras ellos se apoderaban de sus tierras. Reunido con el consejo hablaba sobre como hiva a ser gobernada la ciudad.
-Señor si destruyeron una 4ta parte de nuestro ejercito deben ser mas poderosos de lo que su padre pensaba- Interrumpió al rey un consejero.
Yo soy tu rey y nadie es mas poderoso que este reino afirmó el rey molesto a sus consejeros, dio la orden de que sacaran a todo pues deseaba estar solo por un breve momento, en eso entró su madre quien le daba consejos sentada junto a el. Mientras Regina apareció en el castillo de Blanca Nieves reclamando la corona la cual habian prometido entregar a cambio de la ayuda que les fue dada, ganando la batalla y ccumpliendo con el trato.
-Todo se hará como se debe- dijo Blanca Nieves ordenando que se preparara una coronación.
Algunos todavía seguian en contra de aquella decisión pero fue un trato y hay que cumplir honorablemente con el, luego de unas varias horas se le hizo saber al reino sobre la coronación de Regina Mills (La reyna Malvada), los ciudadanos estaban algo preocupados por ser gobernados por alguien como ella, algunos decidieron irse mas lejos de allá, tal vez a otro reino como Arendelle o algún otro. Estando listo todo para la coronación comenzaron a llegar los invitados como el ada azul, Caperucita, Tinkerbell, Pinocho junto a su padre y entre ellos los menos deseados Malefica, Ursula, Cruella y Rumplestilkin. Todos los heroes preocupado por su futuro y los villanos deseos de que ya fuese coronada Regina, y llegó el padre que coronaria, caminando por el gran salón al llegar a Regina la bendijo a ella junto con el reino luego le puso la corona, la ahora si legitima reyna Regina Mills sonreía de la emocion logro tener el control del reino legalmente sin trucos ni hechizos, todos los heroes bajaron sus cabezas decepcionados mientras que los villanos celebraban la coronación. Al finalizar la coronación Regina le otorgo un castillo a Ursula, ordeno arreglar el de Malefica y le dio suficiente dinero a Cruella como para nadar en el. Mientras en Kingslanding el rey Joffrey asistía a toda clase de eventos reales en tributo a el y prosperidad para el reino, los sacerdotes comenzaron a resar sin parar pidiendo a los dioses sabiduria para el rey y sus consejeros pero mas a la madre del rey a quien escuchaba mas el rey sin importar lo que otros dijeran. Al rey se le presento toda clase de chicas pero el no quiso a ninguna pues no las encontraba a su altura, el deseaba casarse solo con alguien de alguna casa importante, así que mando invitaciones a todos los Lord's de los 7 reinos para que le presentaran a sus hijas. Todos los Lord's aceptaron menos Ned Stark Lord de Winterfell del norte, el no queria su hija se casara con alguien como ellos pues a Ned no le agradaban los Lanisther, todo lo que tuviera que ver con ellos no le agradaba. En el bosque encantado la reyna feliz fue a visitar a Rumplestilkin.
-Ahota soy dueña legal de todas estas tierras- le dijo sonriendo.
Este le dijo la felicito.
-Larga vida a la reyna- dijo sarcástico entre risas.
Ellos 2 habian tenido algunos encontronazos puesto no se llevaban lo que se diría bien, solo eran villanos que hablaban entre si. La reyna le dijo como planeaba gobernar y este solo escuchaba sentado hilando en la rueda, luego de un rato de haber escuchado a la reyna el se levanto y se despidió y de repente solo desaparecio. La reyna quedó sola en el salón y se marcho caminando hacia su carruaje de allí se dirigió a su palacio en el bosque en el cual buscaría un hermoso vestido para ponerse en la noche en el gran baile en honor a la coronación en el solo habrían reyes y reynas, principes y princesas solo personas de honor e importantes. La reyna estaba indecisa sobre si ponerse un traje rojo o uno negro, se miro en el espejo y dijo.
-Espejito espejito cual traje se me vería mas bonito- dijo mostrando los trajes.
Entonces el espejo le recomendó usar el rojo pues era un color mas vivo no un negro opaco. Llegado el momento la reyna se marchó al baile en el castillo de la costa que solia ser de Blanca Nieves. Mientras el rey Joffrey leía las cartas de aceptación junto a su escudero quien quedo sorprendido al ver la carta de rechazo de parte de Lord Stark.
-Mi rey deberia ver esto- dijo pasandole la carta a Joffrey.
Este al ver la carta enfureció y derribo la mesa con las cartas haciendo que esta cayera y se regaran toda las cartas luego ordeno a su escudero recojerlas mientras se marchaba hacia su capitan. Al llegar al capitan enfuresido pidió que se le llevara urgentemente a Winterfell con 20 de los mejores hombres. Mientas Regina disfrutaba la celebración todos bailaban y reían no por que les agradara la nueva reyna si no por cortesia o por miedo a morir en manos de la reyna que tenia mucho poder no solo terrenal si no igual en magia. Se encontraba la reyna hablando con Malefica cuando de repente se escuchó como las puertas se abrieron fuertemente chocando con la pared y entraron 2 guardias vestidos de rojos y detrás una señora muy elegante. Al ver esto Regina quedó impactada.
-¿Madre?- dijo la reyna sorprendida.