Parte 1.

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Baby Hot Enough

Hakyeon tenía que admitir que ver a Taekwoon cantando aquella canción no le hacía ningún bien. Pero tampoco podía apartar la mirada del pequeño; ¿Qué hacer cuando parece que está seduciendo hasta al micrófono de la sala de grabación? Nada. Eso es lo que podía hacer. Solo le miraba con los labios entreabiertos mientras escuchaba la voz de este.

Su vista iba desde el revuelto cabello rubio, bajando hasta el pálido cuello (donde se marcaba alguna que otra vena), para seguir bajando por sus fuertes brazos, mirando aquellos delgados y largos dedos que acariciaban el aire como si fuera algo frágil. Por último, y tras alzarse levemente de puntillas, pudo terminar de ver aquellas largas piernas.

Levantó despacio la cabeza, sentía como alguien le miraba y no pudo evitar sonreír de forma nerviosa al darse cuenta que el rubio chico le miraba solo a él. O eso quería pensar Hakyeon.

-Listo, Leo.- El hombre se levantó de la silla y tras pasar por al lado de Hakyeon para coger su chaqueta, agarró el pequeño usb donde la voz del rubio había quedado grabada.- Nos vemos pronto. Hasta luego, N.

Leo tan siquiera dijo nada. Él nunca decía nada, solo asentía con la cabeza y se iba. Pero en aquel momento no se fue a ningún lado. Su felina mirada seguía sobre los ojos del moreno líder el cual solo esperaba a que este saliera.

-Leo, vamos. Nos están esperando para probarlos la ropa.- Indicó con una nueva sonrisa antes de que el chico más pálido saliera chasqueando la lengua y gruñendo por lo bajo.

Hakyeon no sabía que hacer, aun tenía en su mente aquellas frases que el chico le había dicho al micrófono tan pegado que parecía besarlo. Se había preguntado si sería realmente extraño ir a este y hablar tan pegado como lo había hecho el más alto. Pero seguramente le habrían tachado de idiota.

Cinco minutos de charla con el manager y dos horas y media de preparación entre maquillaje y vestuario habían pasado para terminar en un set Dios sabe dónde. Aunque fue agradable haber estado con el resto, Hakyeon no podía apartar la mirada de aquel rubio de espalda ancha. Ese traje negro... Hakyeon creía morir cada vez que el chico se ponía cerca de él, tener que aparentar seriedad cuando estaba a su lado en las fotos no era sano.

Nada era sano con Jung Taek Woon cerca.

La vuelta a casa fue bastante tranquila, apenas ninguno dijo nada en ningún momento del trayecto. La mayoría se durmieron apenas sin haberse quitado el traje. Aunque realmente solo se habían cambiado Hongbin y Hyuk, y por cabezoneria del líder.

Subieron todos en el ascensor tras haberse despedido del manager, ni siquiera le habían dicho algo coherente. Todo habían sido gestos con la cabeza o gruñidos por parte de los más pequeños.

Nada más entrar todos se fueron a sus habitaciones, sin decir apenas nada ni comer. Si tenían hambre ya comerían cuando se despertaran.

Hakyeon se deshizo de su ropa y la dejó bien puesta en la silla, siempre tan ordenado para que no hubiera problemas. Colocándose momentos después aquel chándal gris viejo que utilizaba para dormir. Se tumbo en la cama, dejando que el calor de las sábanas le calentará el helado cuerpo por el traje, demasiado fino y escotado para su gusto. Sus ojos se cerraron tras haberse acurrucado y haber agarrado a su almohada.

No sabía cuanto tiempo había dormido, ni tan siquiera sabía si seguía dormido cuando se alzó de la cama y empezó a caminar rumbo al salón. La casa parecía vacía prácticamente, los chicos solo dormían tan profundos que no hacían ni ruido al respirar. Se asomó al salón, viendo como alguien estaba sentado en el sofá.

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