Capitulo 11

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"Es un idiota, un súper idiota, por que tiene que ser tan creído, y ¿por qué coquetea conmigo? Sigo sin entender nada, ¡maldita sea!"

Al salir de la escuela fui caminando hasta mi casa, llegué y mi madre no estaba, preparé mi almuerzo, comí y luego fui a hacer unas compras al supermercado. Llegué al super y fui a la sección de frutas; compré fresas, manzanas y media sandia luego fui a la sección de mascotas, no sé por qué pero siempre que vengo al super voy a esa sección a ver todo lo que hay para perritos, la verdad siempre quise tener uno pero nunca pude ya que mamá siempre tenía que viajar por trabajo y en los hoteles que nos hospedaban no aceptaban mascotas así que lo único que me quedaba era mirar en la sección de mascotas hasta que tenga una y me vuelva loca comprándole cosas. Luego de pasarme un rato mirando los juguetes para perros fui a la caja a pagar las frutas, luego salí del super y para mi mala suerte me encontré con Marcus y Zack.

- ¡Hey Zack mira quien está aquí! - dijo Marcus mientras yo me alejaba de ellos.

- Ah sí, ella - dijo rodando los ojos.

- ¿Qué haces aquí preciosa? - dijo Marcus acercándose a mi.

- Sólo vine a hacer unas compras. - dije cortante.

- Eso parece pesado, ¿quieres que te ayude? - dijo señalando la sandia.

- No, yo puedo. - mentí, obviamente no podía, elegí una sandia muy gorda.

- ¿Estas segura? - dijo alzando una ceja.

- Sí, segura.

- Pues no parece, seguro que en menos de 1 minuto se le cae todo. - dijo Zack en tono de burla.

- Idiota - dije sacándole el dedo medio lo cual fue mala idea ya que solté un poco la bolsa de la sandia y se me cayó.

- Te lo dije - dijo Zack y luego se agachó a recoger la bolsa.

- Fue tu culpa.

- Si claro, siempre tengo la culpa de todo.

- Sí, siempre.

- Ya, ¿se van a poner a discutir en frente de todo el mundo? - dijo Marcus calmando un poco la situación.

- Ya me voy. - dije apartándome de ellos.

- Espera - dijo Marcus - ¿no quieres que te acompañemos?

- ¡¿Qué?! - dijo Zack - tu la acompañarás, yo tengo cosas que hacer.

- Como quieras - dijo Marcus.

- Marcus no hace falta que me acompañes, iba a tomar un taxi. - dije intentando que se vaya.

- ¿Por dónde vives?

- Por el Central Park

- Preciosa, el Central Park es gigante. - dijo riendo.

- En el hotel Belmond

- ¿Pagarás un taxi para que te lleve 5 cuadras cuando podemos ir caminando?

- Pues...sí - ahora que lo pienso, es ridículo.

- Vamos te acompaño.

"Si fuera mayor de edad y pudiera conducir esto no estaría pasando, malditas leyes"

- Bueno, vamos - dije dándome por vencida.

- Genial

Me quitó las bolsas de la mano y las cargo él, al parecer no le pesaba ni mierda. Estuvimos caminando en silencio un momento hasta que él comenzó a abrir la boca.

- Háblame de ti - dijo mirándome.

- ¿Qué?

- Que me hables acerca de ti.

- ¿Por qué quieres saber sobre mí? - dije confundida.

- Sólo quiero conocerte más.

- ¿Y que quieres que te diga?

- Lo que tú quieras - dijo sonriendo.

- Pues... la verdad mi vida no es muy interesante y no sé que contarte.

- Jaja, entonces te haré preguntas y tu me contestas, ¿está bien?

- Dale - dije sonriendo.

- Uhm... ¿Por qué entraste a mitad de año a la escuela?

- Porque a mi mamá la transfirieron.

- ¿Vives sola son tu mamá?

- Sí

- ¿Y tu padre?

- Ellos se separaron cuando era una niña y desde ahí vivo con mi madre, él vive en Los Ángeles con su nueva pareja.

- Oh, lo siento. - dijo bajando la mirada.

- No te preocupes, ya pasó hace mucho - dije tocándole el hombro, él se giró a mirarme y sonrío, yo hice lo mismo. - Otra pregunta - dije aún mirándolo.

- Bueno, ¿Tienes novio?

- No, y tampoco planeo tenerlo.

- ¿Y por qué no?

- Prefiero estar sola y concentrarme en mis estudios.

- ¡Ay por favor! Eso no es cierto. - dijo riendo.

- ¡Claro que sí! - dije dándole un pequeño golpe en el hombro.

- Okey okey, y yo que pensé que te gustaba Zack.

- ¿Zack? Jajaja, no nada que ver.

- ¿Estas segura?

- Totalmente segura.

- Que bueno - dijo suspirando.

- ¿Por qué lo dices?

- Por nada olvídalo. - dijo quitándole importancia. - ¡Hey ya llegamos!

- Oh cierto - dije sorprendida, estaba tan concentrada en la conversación que ni cuenta me di que ya habíamos llegado al hotel. - Bueno adiós. - dije y entré al edificio.

Todo comenzó con un juego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora